La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó al PSOE de no estar "dispuestos a asumir con decisión la responsabilidad de gobernar y proponer medidas" y que únicamente quieren pactos "en etéreo". Por su parte, el portavoz socialista en la Cámara Baja, José Antonio Alonso, rechazó de nuevo la propuesta del PP de bajar impuesto y les acusó de lanzar propuestas demagógicas sin hacer números.
El PSOE y el PP encallaron ayer en su propósito de fraguar un pacto anticrisis en el Congreso a cuenta del polémico alza del IVA prevista para julio, después de que el grupo popular haya pedido que se anule la subida, lo que, para los socialistas, conduciría al país a una "catástrofe".
El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, cerró con su homóloga del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, la ronda de contactos que inició la semana pasada con los grupos parlamentarios para explorar las posibilidades de llegar a acuerdos en materia económica.
Sáenz de Santamaría ha propuesto a Alonso que el Gobierno renuncie a "la única medida" contra la recesión que ha adoptado hasta ahora: la subida del IVA, ante los posibles efectos "perniciosos" que tendrá para la recuperación del consumo, y ha anunciado que pedirá la comparecencia urgente de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, para que explique esta cuestión.
La respuesta de Alonso no se ha hecho esperar: "En materia de política impositiva, el PP no hace números, no tiene modelo y se limita a trasladar propuestas clarísimamente demagógicas".
A juicio de Alonso, "esas rebajas de impuestos que pide (el PP) conducirían a este país a la catástrofe" y "debilitarían la posición de España en el contexto internacional", porque ningún Estado puede tener descontrolada su estructura de ingresos.
Desde Moncloa, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha vuelto a insistir en que la subida del IVA ayudará a que España salga de la crisis y se cree empleo a finales de año, en contra de las previsiones de la Comisión Europea.
Mejor no tenerlo en cuenta
Fernández de la Vega, en cualquier caso, ha opinado que es mejor no tener en cuenta determinados comentarios de lospopulares y quedarse con la voluntad de este partido de acudir a la reunión y sumar propuestas.
Izquierda Unida, por su parte, ha enviado al Gobierno sus 100 propuestas anticrisis, entre las que destacan un plan urgente para crear más de un millón de empleos con un coste de 11.800 millones de euros -de los que espera recuperar 8.600-, o medidas para mejorar los recursos públicos combatiendo el fraude fiscal y la economía sumergida.
CiU ha criticado el "catálogo de buenas intenciones" con "cuatro generalidades" expuesto por el Gobierno en la mesa de negociación con los partidos, en palabras de su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quien ha amenazado con abandonar ese foro si no se toman medidas en un "plazo muy corto" y eficaces.
También desde Barcelona, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, ha asegurado que el Ejecutivo "no afronta con suficiente determinación" el problema del sector financiero y ha reclamado "mano dura" y más "severidad" con bancos y cajas.
Las dudas sobre la negociación del pacto anticrisis han llegado también desde Canarias, donde su presidente, Paulino Rivero, ha advertido de que si sigue "mareando la perdiz" en vez de aplicar "la medicina", el Gobierno de España "seguirá ganando tiempo y lo seguirán perdiendo los españoles".
Más conciliador, el presidente del Senado, Javier Rojo, ha afirmado que un partido no pierde su identidad ideológica por llegar a acuerdos con otras fuerzas, sino todo lo contrario, y ha reiterado que en España hace falta "un pacto con mayúsculas".
Por su parte, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han criticado la actitud del PP en la reunión de ayer, porque ven "muy necesario" alcanzar un pacto para afrontar la crisis.