Los ministros de Sanidad de la UE aprobaron la nueva normativa que restringe el "turismo sanitario". España logró un apoyo mayoritario para su propuesta de compromiso, que es más restrictiva que el plan original de la Comisión Europea. La nueva norma aumenta el número de casos en los que se necesita autorización previa para ir a tratarse en el extranjero, con el objetivo de limitar el 'turismo sanitario'. La directiva establece que los europeos no necesitan autorización previa de su país de origen para recibir tratamiento en otro Estado miembro, y tienen derecho a que se les reembolse el coste a la vuelta. Sí se exigirá autorización cuando se acuda a una consulta privada en el extranjero.
Además, se ha llegado a un acuerdo respecto a los jubilados que residen en España, que no tendrá que pagar los coses sanitarios cuando el jubilado se trate en su país de origen. Los turistas sanitarios buscaban hasta ahora, entre otras cosas, saltarse las listas de espera.
En cambio, en los tratamientos hospitalarios y altamente especializados, sí se que se permitirá exigir una autorización previa para los nacionales que quieran ir a otro país de la UE.
Eso sí, deberán justificar que, sin esta restricción, podría haber riesgos para el funcionamiento de sus sistema sanitario.
Sólo Polonia, Portugal, Eslovaquia y Rumanía se opusieron al compromiso español. Estos países alegaban que la nueva norma pone en riesgo la sostenibilidad de los sistemas sanitarios nacionales en un momento de crisis y reclamaban todavía más límites para los tratamientos transfronterizos. "Hemos alcanzado ya una amplia mayoría sobre el acuerdo político que presenta la presidencia en colaboración con la Comisión", destacó la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, al término del debate. "Es una propuesta realista en la que todos hemos cedido un poco", dijo.
Por su parte, el comisario de Sanidad, John Dalli, agradeció los "esfuerzos" y el "liderazgo" de la presidencia española y afirmó que la nueva norma "garantizará que los pacientes sean conscientes de sus derechos a la asistencia sanitaria transfronteriza y demostrará que la UE trabaja en beneficio de sus ciudadanos". En todo aso, admitió que el Ejecutivo comunitario "hubiera preferido un texto más innovador".