Manuel Antonio Noriega fue condenado ayer por la justicia francesa a siete años de cárcel por blanquear dinero del narcotráfico y a indemnizar con un millón de euros al Estado panameño.
Noriega se mostró contrariado por una sentencia que considera política y que le impide volver por ahora a su país.
El Tribunal Correccional de París consideró demostrado que Noriega blanqueó en Francia, entre diciembre de 1988 y su derrocamiento en diciembre de 1989 con la invasión estadounidense de Panamá, 2,3 millones de euros que había obtenido en compensación por su ayuda al Cártel de Medellín para transportar cocaína desde Colombia a Estados Unidos.
Los jueces decidieron no aplicar la pena máxima de diez años, a la que había sido condenado en su ausencia en 1999 por estos mismos hechos, que era lo mismo que requirió la fiscalía en este segundo proceso celebrado a finales de junio, una vez que el antiguo hombre fuerte de Panamá fue extraditado a Francia el 27 de abril desde Estados Unidos, donde había pasado 20 años entre rejas.
Sí que mantuvieron la confiscación de los 2,3 millones de euros objeto del blanqueo, además de imponer una indemnización de un millón de euros para Panamá, que se había constituido en acusación particular, por la reparación material y sobre todo de la imagen del país, que en 1999 se había tenido que conformar con un franco simbólico.
Panamá, que había pedido 27 millones de euros, lo tendrá en cualquier caso difícil para cobrarse ese dinero puesto que, como dijo el abogado de Noriega Yves Leberquier, su cliente no tiene ningún otro bien a su nombre en Francia. El cónsul panameño en París, Arístides Gómez de León, se mostró confiado en poder obtener la indemnización y los 10.000 euros de costas judiciales, al tiempo que anunció que su Gobierno "va a evaluar" la sentencia.