La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, propuso ayer a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, "acompañar" el diálogo que mantienen Marruecos y el Frente Polisario sobre el Sahara Occidental con el apoyo político de España, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia. Estos cinco países componen el Grupo de Amigos del Sahara Occidental.
Jiménez se reunió durante 35 minutos con Clinton en el marco de la cumbre de la OTAN, un encuentro en el que, según explicó en rueda de prensa, trasladó a la secretaria de Estado la "preocupación" de España por los acontecimientos registrados en El Aaiún después de que Marruecos decidiera desmantelar el campamento saharaui instalado cerca de la capital de la antigua colonia española.
La ministra propuso dar "un mayor impulso político" al diálogo que han iniciado marroquíes y saharauis y sugirió que el Grupo de Amigos eleve el rango de sus reuniones para "acompañar" esas conversaciones y ayudar a las partes a buscar una solución.
Clinton, según explicó Jiménez, coincidió en la importancia de que no se interrumpan esas conversaciones y valoró su propuesta, pero no adelantó una respuesta.
Las reuniones del Grupo de Amigos se convocan normalmente a nivel técnico y Jiménez consideró que en este momento "es más urgente que nunca elevar el nivel político" de esos encuentros, aunque no aclaró si su propuesta concreta es la convocatoria de una reunión de ministros de los cinco países.Quiso dejar claro además que son Marruecos y el Polisario, que se volverán a sentar a negociar el 1 de diciembre, quienes deben encontrar una solución al conflicto. Mientras, se mostró a favor de que se capacite a la Misión de las Naciones Unidas para el Sahara Occidental (MINURSO) para velar por la protección de los derechos humanos en el Sahara Occidental, reivindicación que también hizo pública ayer Amnistía Internacional.
Jiménez recordó que el grupo parlamentario socialista presentó el año pasado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados español, apoyada por el resto de los grupos, para que la MINURSO se involucrara en la vigilancia de los derechos humanos.
Las dos responsables de Exteriores abordaron la cuestión del Sahara al final de su reunión, ya que no había sido incluida formalmente en la agenda del encuentro, y Jiménez explicó que no hubo un intercambio de información sobre lo sucedido en El Aaiún.