Dos soldados surcoreanos muertos y una decena de heridos, así como varios civiles. Este es el resultado del ataque con artillería que llevó a cabo ayer martes Corea del Norte contra la isla surcoreana de Yeonpyeong, en el Mar Amarillo, según la versión difundida por Seúl. Pyongyang, sin embargo, asegura que sus fuerzas respondieron a un ataque surcoreano y ha amenazado con nuevos ataques "despiadados".
El Ejército norcoreano disparó varias rondas de artillería contra la isla, situada al sur de la disputada frontera maritima de los dos países, provocando, además de los muertos y heridos, fuego que ha hecho arder decenas de viviendas civiles.
Ante este ataque, que el jefe del Estado Mayor surcoreano, general Lee Hong Ki, no dudó en calificar de "intencionado y premeditado", Seúl replicó y disparó más de 80 proyectiles contra las posiciones de la artillería norcoreana en la costa oeste, además de enviar a sus aviones de combate a la isla. Según el comandante militar, el ataque supone "una violación del acuerdo de armisticio" que puso fin a la guerra de 1950-53.
El balance oficial del suceso, ofrecido por el jefe del Estado Mayor, es de dos marines surcoreanos muertos, otros seis heridos de gravedad y diez heridos leves, así como tres civiles heridos y dos desaparecidos, un anciano y una niña.
Así las cosas, el presidente surcoreano, Lee Myung Bak, ha afirmado que ataques "indiscriminados" contra civiles como el de hoy son "imperdonables" y ha advertido de "acciones duras" en respuesta con el fin de que Pyongyang no pueda "provocar de nuevo".
"La provocación en esta ocasión puede ser considerada como una invasión del territorio surcoreano. En particular, los ataques indiscriminados contra civiles son un grave problema", ha subrayado, dejando claro que estos ataques "no son tolerables, especialmente cuando Corea del Sur está dando ayuda humanitaria a Corea del Norte".
En este sentido, ha defendido que el Ejército surcoreano debería responder con "una acción dura y no una respuesta administrativa" como declaraciones o conversaciones y dado que Pyongyang "mantiene una postura ofensiva" ha considerado "necesario una represalia enorme para hacer que Corea del Norte sea incapaz de provocar de nuevo", ha advertido.
Versión norcoreana
La versión norcoreana es distinta. Según la agencia oficial KCNA los primeros en disparar fueron los surcoreanos y su Ejército se vio obligado a responder bombardeando Yeonpyeong. Seúl ha admitido que estaba efectuando maniobras militares regulares y ensayos balísticos en la isla de Yeonpyeong antes del bombardeo norcoreano, pero ha asegurado que había disparado con dirección al oeste y no hacia el norte.
"Pese a nuestras reiteradas advertencias, Corea del Sur disparó decenas de proyectiles desde la una de la tarde e inmediatamente efectuamos una acción militar enérgica", añadió la agencia.