Días después de su puesta en funcionamiento, la Ley del Tabaco continúa siendo noticia. Cifras de seguimiento, pequeños incidentes y declaraciones de políticos por una ley que pone fin al humo en los espacios públicos, y que ha ido acompañada de polémica. Leire Pajín, ministra de Sanidad, hizo balance y se mostró partidaria de estudiar la posibilidad de financiar públicamente las terapias para dejar el tabaco. Además se declaró satisfecha con el resultado en sus primeros días, que transcurren con "normalidad", pese a que algunos establecimientos se han negado a aplicar la prohibición. No es el caso del dueño de una sidrería de Urduliz, en Vizcaya, que eligió otro sistema como protesta. Del techo de su establecimiento cuelga la máquina expendedora de tabaco, afirmando que la dejará así "hasta que cambie la ley".
Leire Pajín habló de la reciente entrada en vigor de la ley antitabaco en una entrevista radiofónica, y se mostró satisfecha del resultado. Así, afirmaba que pese a ser verdad que "al inicio siempre hay un incidente, una infracción o una denuncia hay que quedarse con la realidad, el acto mayoritario, y es que se está cumpliendo con plena normalidad y entre todos se está consiguiendo lo que es normal en los países vecinos de España".
Pero la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad no sólo habló de normalidad, y es que se mostró partidaria de estudiar la posibilidad de financiar públicamente las terapias para las personas que deseen dejar de fumar. Afirma que ésta es "una posibilidad de futuro", al entender que el Gobierno debe acompañar la legislación con "sensibilización, acompañamiento y cobertura".
Sobre el sector hostelero y su repercusión negativa, la ministra hizo referencia a los estudios previos que manejaba el Ejecutivo, que recogían que la ley no tendría "repercusión negativa" para el sector, algo que se está cumpliendo a día de hoy. "Estamos viendo estos días todos los que vamos a tomar un café o a un restaurante que se sigue yendo". Pero califica de "comprensibles" las quejas y la "incertidumbre" de los responsables de estos negocios.
De hecho estos días se iban conociendo las protestas de algunos hosteleros, que no están de acuerdo con la Ley del Tabaco y sus medidas. Algunos de ellos hacían caso omiso de la prohibición de fumar en espacios públicos, permitiendo fumar en sus locales. Más original es la protesta del propietario de una sidrería en Urduliz (Vizcaya). Pedro Elordui ha decidido colgar del techo de la entrada de su establecimiento la máquina expendedora de tabaco, y aseguraba que la dejará así "hasta que cambie la ley".
La entrada de la que cuelga la máquina es nueva, como consecuencia de la inversión que llevó a cabo recientemente para separar la zona de fumadores de la de no fumadores. Según Elordui, la gente acude a su sidrería para "comer, beber y fumar", por lo que si en Euskadi ya no se puede hacer eso, "no está de acuerdo" con la ley.
Además, explicaba a los medios que su enfado es "doble" por la propia prohibición y por la inversión "bastante fuerte" que hizo para crear un nuevo recinto de fumadores.