Un día antes de que la izquierda abertzale presente una nueva formación política con la que pretende presentarse a las próximas elecciones del 22 de mayo, los partidos políticos lanzaban mensajes de lo que opinan al respecto. PP y PSOE parecían coincidir en que, para ser legal, la izquierda abertzale deberá demostrar su ruptura con ETA con el paso del tiempo. Ramón Jáuregui afirmaba además que la legalización "no se va a resolver con una declaración jurídica más o menos hábil ni depende de unos nuevos estatutos". Por su parte, María Dolores de Cospedal afirmaba tajante que el PP "no va a consentir que ETA se presente a las próximas elecciones de ninguna de las maneras". Mientras, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró que "todo el mundo sabe", incluidos Gobierno y PP, que Batasuna va a estar en las elecciones, por lo que apostó porque "estén bajo sus propias siglas y no con recursos ni planes B".
En una entrevista a la Cadena Ser, el ministro de Presidencia hacía balance de la que será la nueva apuesta de Batasuna para acudir a las elecciones, que se presentará hoy lunes. Así, Ramón Jáuregui afirmaba que la nueva marca política de la izquierda abertzale deberá mostrar su ruptura con ETA "con el paso del tiempo", y que primero "deberán ratificarlo" los órganos judiciales.
Jáuregui dejó claros cuales serán los pasos que dará el Gobierno cuando se presente el partido: realizará una solicitud de información a la Fiscalía y un recurso ante el Tribunal Supremo que, señalaba el ministro, son quienes podrían revocar la sentencia de ilegalización del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. "Si son ellos quienes se presentan al registro del Ministerio del Interior es muy probable que la Fiscalía y, en su caso, el Tribunal Supremo acaben resolviendo que esa trayectoria ha sido desmentida por los hechos y, por tanto, haría falta un proceso que acredite esa condena, esa ruptura tajante con el paso del tiempo", apuntaba.
Y es que, según el ministro de Presidencia, la legalización de Batasuna "no se va a resolver con una declaración jurídica más o menos hábil" ni "depende de unos nuevos estatutos". "Para que Batasuna fuera legal haría falta la desaparición definitiva de la violencia y de manera irreversible; y que se desliguen de ETA con una práctica, con hechos que rompan con 25 años de conexión", afirmaba tajante Jáuregui.
COSPEDAL: "DE NINGUNA DE LAS MANERAS"
La secretaria general del PP también hablaba en su discurso en un acto público de su partido en Albacete al respecto. Aseguró que el PP "no va a consentir que ETA se presente a las próximas elecciones municipales de ninguna de las maneras". La 'número dos' de los 'populares' también habló de la necesidad de tiempo, afirmando que "los miembros de ETA, que llevan 50 años matando, tendrán que demostrar durante mucho tiempo que de verdad tienen voluntad de comportarse como demócratas y que condenan el terrorismo".
"Hoy otra vez el mundo de ETA está hablando de cómo va a hacer para presentarse a las elecciones municipales", afirmaba Cospedal, que añadía que el PP reiterará "lo que hemos dejado siempre meridianamente claro: lo único que interesa de ETA es que se disuelva, entregue las armas y pida perdón a las víctimas del terrorismo".
Urkullu, seguro
De manera totalmente opuesta se manifestaba el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, que se mostró seguro de que Batasuna estará en las elecciones, por lo que apostó porque estén "bajo sus propias siglas y no con recursos ni planes B". Además, Urkullu animó a la izquierda abertzale a "aprovechar la oportunidad de hacer política con mayúsculas". Y afirmó que aunque ésta "no lo va a reconocer", sabe que "si hoy vivimos la posibilidad de un nuevo tiempo es porque el PNV ha conseguido ese tiempo".
"Que emprenda el camino de la política, con las solas circunstancias de la política, que abandonen para siempre la orilla donde estaban confundidos con la violencia, que solo ha traído y traería destrucción y muerte para Euskadi", instaba Urkullu a Batasuna.