Alfredo Pérez Rubalcaba defiende el acuerdo de reforma constitucional alcanzado en el Congreso con los argumentos de que unas finanzas "estables" y la deuda "pagable" son esenciales para invertir en política social. Además, Tomás Gómez ha desviado la atención puesta en las discrepancias surgidas en el partido respecto a la materia apuntando que éstas responden a la "libertad interna" para discrepar de que goza el PSOE y que es su "seña de identidad".
En un encuentro con colectivos sociales y vecinales de Fuenlabrada (Madrid), en el que estuvo acompañado por el alcalde de la localidad, Manuel Robles, y el secretario general del PSM, Tomás Gómez, Rubalcaba remarcó que "endeudarse es muy malo" y por eso considera que es "bueno" que se haya alcanzado un compromiso político para reformar la Constitución y establecer un techo de déficit y deuda para tener "estabilidad presupuestaria".
Sin embargo, matizó que no debe suponer un descenso de la inversión en políticas sociales, lo cual, subrayó, es lo que "diferencia a la izquierda de la derecha".
"Lo que es de izquierdas es endeudarse pudiendo pagar para cosas de interés general, políticas sociales, recaudar impuestos tratando de que paguen más los que más tienen para ir destinado a los que más lo necesitan".
Explicó que el objetivo de la reforma es, también, que los gobiernos sólo se endeuden por lo que puedan pagar, manteniendo su "autonomía".
Tomás Gómez, que acompañaba en Fuenlabrada a Rubalcaba, se definió ante las voces discrepantes surgidas en el PSOE divididas ante la reforma constitucional, y afirmó que "la grandeza de un partido no es que todos sus miembros piensen de la misma manera, sino que haya libertad absoluta para debatir".
El líder de los socialistas madrileños, que en su discurso se refirió a Rubalcaba como "futuro presidente" del Gobierno, defendió que esta "libertad interna" es la "esencia del PSOE" y su "seña de identidad", algo que, a su juicio, les hace "más fuertes".
Además, quiso referirse, Gómez, a las próximas elecciones generales apuntando que suponen un "reto obligado y difícil", y advirtió de una posible victoria del PP, ya que "si en tiempos de bonanza es malo un gobierno de derechas, no diré nada en tiempos de crisis". "Estamos obligados a ganar", remarcó.
José Blanco, ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, también fue preguntado esta 'crisis' de su partido, en un acto de inauguración en el que se encontraba en Vigo. Defendió que "es un partido serio que está comprometido con un objetivo", que los socialistas van a "cumplir".
Rubalcaba señaló que el acuerdo entre 'populares' y socialistas para la reforma tiene su origen en los acuerdos alcanzados en el Consejo Europeo de julio y en la "incertidumbre financiera" que ha afectado a muchos países de la UE este verano. Así, señaló que "los países tienen que demostrar solvencia".