Caritas Diocesana de Barcelona pidió ayer al Gobierno central un plan de rescate de vivienda para las personas hiperendeudadas que aborde esta problemática más allá del pago de las hipotecas, y tenga en cuenta también los impagos de alquileres.
La organización ha instado al Ejecutivo a promover una política que asegure una vivienda de alquiler asequible para todas estas familias, que a su juicio debería concretarse en la regulación de un "mini FROB" -plan de rescate a bancos y cajas-, para las familias sobreendeudadas y en una intermediación experta entre las familias afectadas por problemas de pago de la vivienda y sus acreedores. Ha apostado por la mediación, y ha celebrado el código de buenas prácticas impulsado por el Ministerio de Economía, pero lo ha considerado una medida insuficiente. La institución, que vive de forma directa el "grave problema de sobreendeudamiento de muchas familias", ha alertado de una fractura social por el aumento de personas que viven en la exclusión, consecuencia, en muchos casos, de la pérdida de la vivienda y del trabajo.
Ha considerado de referencia la buena práctica del Servicio de Mediación de Vivienda de Cáritas Diocesana, que ha atendido a más de 300 familias con la resolución de 100 casos, ya sea reconduciendo las deudas de alquileres o hipotecas, consiguiendo daciones de pago o bien ofreciendo alquiler social a aquellas personas que hayan perdido su vivienda.