La Comisión Europea afirmó ayerque la compra masiva de deuda española e italiana por parte del fondo de rescate de la UE sería "paracetamol financiero", que sólo aliviaría temporalmente la tensión en los mercados pero no resolvería los problemas estructurales de las dos economías.
El Ejecutivo comunitario ha negado que en la cumbre del G-20 de Los Cabos (México) se haya discutido un plan de salvamento para intervenir masivamente en el mercado de bonos, según ha publicado la prensa británica.
Una iniciativa de este tipo "sería paracetamol financiero, podría aliviar la tensión, el dolor, el malestar, pero no resuelve las causas que están en la base de los problemas estructurales de la economía italiana, española u otras", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj. "No sustituye a los esfuerzos de consolidación presupuestaria ni de reformas económicas que pueden reforzar la confianza a largo plazo en las economías sometidas a mayor presión de los mercados", ha resaltado Altafaj.
Las normas de funcionamiento del fondo de rescate de la UE contemplan la compra de deuda en el mercado secundario. Pero para ello tiene que haber una solicitud formal del Estado miembro interesado. Además, cualquier intervención está sujeta a una evaluación previa del Banco Central Europeo y exigiría condiciones de política económica.
Merkel
La canciller alemana, Angela Merkel, ha admitido que, aunque no se está discutiendo "la compra de deuda pública" con fondos europeos, "existe la posibilidad de comprar bonos de los países en los mercados secundarios, pero siempre está vinculado a una condicionalidad". En rueda de prensa conjunta con el primer ministro holandés Mark Rutte, Merkel afirmó que "es importante" que cuando España presente su solicitud de rescate para la banca en los próximos días sea "específica, que los mercados sepan qué hay detrás y qué se pide". "Entonces habrá más seguridad", añadió.
La canciller, que subrayó que España, Italia y Portugal están dando los pasos correctos para afrontar esta crisis, afirmó que en la Cumbre Europea de la próxima semana se trabajará para que haya una supervisión bancaria.
Así, Angela Merkel incidió en que se debe "colaborar más estrechamente" entre los países miembros de la Unión Europea y que "no se puede hacer una política distinta".