Síguenos F Y T I T R

El Papa Francisco pide "no tener miedo de ser y vivir" como cristiano

Dice que la Iglesia ha recibido el mandato de Cristo resucitado de transmitir a los hombres la redención de los pecados y así hacer crecer el reino del amor, sembrar la paz en los corazones

San Juan de Letrán. El viento mueve el manto del Papa hasta cubrirle la cabeza - Reuters

| Roma |

El Papa Francisco invitó ayer a no tener miedo de ser y vivir como cristianos, a través de una Iglesia católica llamada a transmitir a los hombres la redención de los pecados para así sembrar la paz en los corazones.

En el rezo en la plaza de San Pedro del Vaticano del Regina Coeli, la oración que sustituye al Ángelus durante la Pascua, el Pontífice argentino indicó que la paz es el "preciado don que Cristo ofreció a sus discípulos tras haber pasado a través de la muerte y el infierno".

"La Iglesia ha recibido el mandato de Cristo resucitado a transmitir a los hombres la redención de los pecados y así hacer crecer el reino del amor, sembrar la paz en los corazones, para que se afirme en las relaciones, en las sociedades, en las instituciones", dijo Francisco.

"Y el espíritu de Cristo resucitado ahuyenta el miedo del corazón de los apóstoles y los lleva a salir del cenáculo para llevar el Evangelio. Tenemos también nosotros más valor para testimoniar la fe en Cristo resucitado. No debemos tener miedo de ser cristianos ni de vivir como cristianos", agregó.
Según el Papa, "tenemos que tener esta valentía de ir a anunciar a Cristo resucitado, porque él es nuestra paz, él ha hecho la paz con su amor y su perdón son su sangre y su resurrección" y él "nos espera, nos ama, nos ha perdonado y nos perdona cada vez que vamos a pedirle perdón".

Plaza abarrotada
En una casi abarrotada y soleada plaza de San Pedro, Francisco reconoció como "dichosos" quienes a través de la Iglesia y el testimonio de los cristianos creen que Jesucristo es el amor de Dios hecho carne, quien además ofreció la paz a sus discípulos, ya no solo como un saludo ni como un deseo, sino como un "preciado don".

"Esta paz es el fruto de la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el fruto del perdón. Y es justamente así: la verdadera paz, la profunda, viene de tener experiencia en la misericordia de Dios. Hoy es el domingo de la Divina Misericordia, por voluntad del beato Juan Pablo II, que cerró los ojos a este mundo justo en la vigilia de esta celebración", afirmó.

Lo más visto