El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado este lunes que el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) ve «riesgo probable» de atentado islamista en España y ha recordado que Al Andalus, que no es sólo Andalucía, figura en muchas reclamaciones de Al Qaeda y de sus filiales como AQMI.
«No somos los únicos, pero estamos en el punto de mira», ha dicho Fernández Díaz en una entevista en Onda Cero recogida por Europa Press en la que ha precisado que el nivel de alerta de atentado islamista no ha variado «en los últimos años» y es el que tienen también otros países de nuestro entorno.
El CNCA considera la amenaza de un atentado islamista en España «alta y de intensidad baja», lo que supone un «nivel 2 de protección antiterrorista» o «riesgo probable».
Diez años después de los atentados del 11 de marzo, en los que murieron 191 personas Fernández Díaz ha destacado la especialización de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en este ámbito y ha subrayado que en estos 10 años se ha detenido a 472 yihadistas --frente a 105 hasta entonces--.
Además, ha cifrado en 1.800 los efectivos destinados a combatir el terrorismo islamista, entre Policía, Guardia Civil y CNCA, a los que habría que sumar los que destina el Centro Nacional de Inteligencia.
Periodistas en Siria
Fernández Díaz ha destacado la importancia de la colaboración internacional para combatir el terrorismo islamista en lugares como Mali o Siria y ha asegurado que «se continúa trabajando» para conseguir la liberación de los periodistas Javier Espinosa y Ricardo García, secuestrados en Siria por el Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL).
Por otro lado, ha afirmado que el Ministerio tiene «más o menos contabilizados» los yihadistas que han viajado a Siria de España, concretamente enviados por la red desarticulada el pasado mes de junio que operaba entre Ceuta y la zona marroquí de Castillejos. Según ha dicho, «varios han muerto en acciones suicidas».
Respecto a la autoría del 11M, ha afirmado que inicialmente él estaba «convencido de que había sido ETA, por lo menos en algún nivel de participación», pero ha reconocido que con «el tiempo transcurrido» y el «conocimiento de los hechos» piensa que el proceso judicial «ha esclarecido básicamente todo lo sucedido».
Aunque la «verdad judicial» no es la «verdad absoluta», el ministro cree que «honestamente, hay que reconocer que no se ha podido acreditar vinculación alguna entre ETA y los autores materiales del atentado». Y ha añadido que esos autores fueron «básicamente, aunque no todos», los suicidas que murieron en Leganés (Madrid) el 3 de abril de 2004.
En todo caso, ha recordado que «inicialmente todo el mundo pensó que había sido ETA» y que incluso el lehendakari Juan José Ibarretxe lamentó públicamente lo sucedido y el líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi «se desmarcó».
«Todo el mundo pensó en ETA porque era el terrorismo que estábamos padeciendo desde hacía muchísimo tiempo», ha justificado, añadiendo que en esos años, pese a los atentados del 11S en Estados Unidos, el yihadismo era para los españoles «aunque fuera equivocadamente, un poco lejano».
Ante el funeral por las víctimas que tendrá lugar este martes en la Catedral de la Almudena, el primero en que participarán todas las asociaciones de víctimas por primera vez desde 2007, ha confiado en que sea un acto «ciertamente unitario» desde el punto de vista de las víctimas y también de los políticos, y en que se deje atrás una división que «nunca debió producirse».