El Gobierno en minoría de José Antonio Monago ha conseguido finalmente y contra todo pronóstico, gracias a la abstención de los dos diputados regionalistas del PREX CREX, sacar adelante su reforma fiscal, que, según el PP, tendrá un impacto de 73,5 millones de euros y beneficiará al 99 por ciento de los extremeños.
El proyecto de ley de Medidas Tributarias, Financieras y Administrativas había llegado ese jueves a pleno lastrado por el rechazo de toda la oposición en la Comisión de Hacienda y Presupuestos, que ni siquiera pudo aprobar el dictamen, lo que ha requerido un informe de los servicios jurídicos de la Cámara para justificar su debate y aprobación en sesión plenaria.
Aunque PSOE, IU y PREX CREX habían reiterado por activa y por pasiva su oposición a esta reforma fiscal, finalmente Monago ha logrado la abstención de los regionalistas y por tanto que su ley salga adelante con el compromiso de adelantar la supresión total del canon del agua con efectos de 2015 y no de 2016, como establece su ley, si la mejora de la economía y el aumento de la recaudación así lo permiten.
El presidente extremeño ha advertido de que el rechazo a su reforma suponía volver a la fiscalidad de 2010, «totalmente injusta», y conllevaría una subida de impuestos para las clases más desfavorecidas, lo que le ha llevado a acusar a la oposición, especialmente al PSOE, de «comportarse como casta» por su negativa a esta rebaja fiscal.
«Bajar los impuestos es hacer más Extremadura y subirlos es mirar para Andalucía», ha dicho José Antonio Monago, quien ha considerado necesaria también esta rebaja fiscal para reactivar la economía y crear empleo.
Sin embargo, por parte del PSOE, su portavoz de Hacienda, Jorge Amado, ha calificado la reforma fiscal de Monago de «electoralista, mentirosa y falsa» y ha criticado las «artimañas legales y caciquiles» del PP para permitir que la ley haya podido debatirse en pleno cuando ni siquiera había sido aprobado su dictamen en comisión, por lo que consideraban que ésta ya había sido «tumbada».
Los tres grupos de la oposición han hecho hincapié en la necesaria eliminación del canon del agua en 2015, por considerar muy injusto este impuesto establecido por Monago en 2012, así como la supresión también inmediata del céntimo sanitario.
El portavoz de IU, Pedro Escobar, ha ofrecido incluso la posibilidad de apoyar la ley por lectura única si estos dos puntos se recogían y ha criticado que el Gobierno extremeño haya ofrecido una «plato cocinado» a la oposición para buscar el rechazo de ésta a su reforma fiscal y quedar así de «víctimas» ante los extremeños.
Finalmente, nada de esto ha sido necesario, pues el PREX CREX, con su abstención, ha permitido que la ley salga adelante, después de que Monago incluso se hubiera comprometido a que esta reforma fiscal sería la primera medida que aprobase su nuevo gobierno de ganar las elecciones del próximo 24 de mayo, en el caso de que ahora se hubiera tumbado.