El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (BComú), decidió retirar el busto del rey Juan Carlos del Salón de la Reina Regente, donde se celebran los plenos del consistorio de la capital catalana. El argumento para adoptar esta decisión era que así se resolvía «una situación anómala» porque don Juan Carlos «no es jefe del Estado desde junio de 2014» y, además, consideraron que había un sobredimensionamiento de la simbología monárquica en el Ayuntamiento.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, fue el encargado de anunciar el proceso de revisión de la simbología e iconografía monárquica en la sede del Ayuntamiento de Barcelona y en la ciudad. Consideraron que esta simbología estuvo «sobrerrepresentada» en una ciudad que, a lo largo de su historia, no había destacado por ser monárquica, mientras que, en su opinión, la larga tradición republicana estuvo «infrarrepresentada».
«La primera medida que anunciamos hoy es la retirada del busto de Juan Carlos de Borbón de la sala de plenos del ayuntamiento, teniendo en cuenta que no es jefe de Estado y, por tanto, no hay ninguna razón que justifique su presencia», explicó.
Pisarello dijo que someterían a la decisión del resto de partidos del pleno si se colocaba en su lugar una representación del rey Felipe VI y recordó que la normativa de 1986 obligaba al Ayuntamiento a colocar «una efigie» del Rey en el salón de plenos.