El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha acusado al candidato del PP, Mariano Rajoy, de ser el causante del bloqueo de la democracia y de las instituciones debido a su «indefinición» sobre la fecha de investidura, y por ello, se ha reafirmado en el «no» de su partido.
Ante ello, ha exigido a Rajoy que fije fecha y hora de esta sesión antes de que acabe la semana.
Sánchez ha comparecido ante los medios de comunicación después de la rueda de prensa del líder del PP, tras una reunión que ha celebrado en el Congreso con la dirección de su partido y con la del grupo parlamentario.
De esa rueda de prensa de Rajoy ha dicho que es «una tomadura de pelo a los españoles» e «impropia» de un candidato a la Presidencia del Gobierno, porque no ha aclarado ni concretado nada: ni la fecha de investidura, ni si se va a presentar, ni si acepta las condiciones de Ciudadanos, ni con qué programa de gobierno tiene pensado lograr mayoría parlamentaria.
Ha destacado que su «obligación moral» es acudir al Congreso para intentar ser investido, aparte de que se trata de un «imperativo» constitucional, y por ello ha exigido a Rajoy que dé fecha y hora, abandone la «indefinición» que está causando el bloqueo actual y deje de tener «cautivas» a la democracia y a las instituciones.
Asimismo, ha avanzado que su grupo, si Rajoy no marca la fecha de investidura antes de que acabe la semana, registrará una iniciativa en el Congreso para instar a la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, a que hable con el candidato y establezcan el día y hora de la sesión.
A su juicio, esa iniciativa podría contar con el respaldo del propio PP, pues su contenido en parte usa argumentos de una propuesta similar que registraron los populares tras las elecciones del 20 de diciembre, cuando pidieron celeridad en los tiempos de fijación de la investidura.
Con todo, y a pesar de que con su actitud Rajoy está manteniendo «cautivas» a la democracia y a sus instituciones, el líder del PSOE se ha mostrado dispuesto a reunirse con el candidato si éste se lo solicita.
Por estas razones, Sánchez ha dejado claro que el Partido Socialista no se moverá del «no» a Rajoy en el posible debate de investidura, pues hay dos razones que le mueven: convicción ideológica y una cuestión ética, ya que el PP debe asumir sus responsabilidades por los casos de corrupción con los que está relacionado.