Agentes de la Policía Nacional han detenido a un matrimonio formado por una pareja de 46 años y a su hijo, de 24 años, como presuntos autores de la agresión a un médico del centro de salud del barrio de San José en Salamanca.
Según han informado fuentes policiales, el problema surgió sobre las 12.00 horas del martes, cuando la mujer abrió la puerta de la consulta para que le atendiesen y el facultativo le dijo que había llegado tarde, por lo que debía esperar a que terminase con la persona que se encontraba dentro en ese momento, un comentario que provocó que la mujer le golpease en el centro de salud.
Posteriormente, una hora después, cuando el profesional sanitario iba a poner una denuncia por lo ocurrido en la Comisaría Provincial, en la calle Jardines, el marido y el hijo le golpearon de nuevo a las puertas, antes de acceder a las dependencias policiales.
Se da la circunstancia, según han indicado los testigos a la Policía Nacional, de que, en el momento de que la mujer empujó en dos ocasiones y dio una bofetada al médico, el marido de la agresora estaba siendo atendido por una enfermera del centro, quien abandonó la atención al escuchar a la mujer gritar.
El delegado territorial de la Junta en Salamanca, Bienvenido Mena, que ha acudido a una concentración contra la violencia a las puertas del centro de salud donde ocurrieron los hechos, ha mostrado su rechazo a las agresiones que sufrió el médico. «Fue una situación penosa, vergonzosa», ha añadido.
Bienvenido Mena ha avanzado que la Junta de Castilla y León «tomará medidas» para evitar que se repitan situaciones como la vivida en el centro de salud salmantino, además ha mostrado su apoyo a los profesionales sanitarios, que realizan una labor «muy importante».
Esta es la segunda agresión a un sanitario en la provincia de Salamanca en la última semana. La primera tuvo lugar el pasado 23 de mayo, cuando un paciente del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca propinó un cabezazo a una enfermera.
Según fuentes hospitalarias, el motivo en aquella ocasión fue el enfado del agresor porque no quería que ingresasen a otra persona en la cama que quedaba libre en su habitación, por lo que comenzó a insultar a la profesional de enfermería y terminó dándole un cabezazo.