La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes a los que sorprendieron cuando acababan de explosionar un cajero de una oficina bancaria en la calle de Arturo Soria de Madrid y ha recuperado más de 62.000 euros que se disponían a sustraer.
Tras la deflagración los policías lograron el arresto de dos de los cuatro ladrones ya que otros dos jóvenes emprendieron la huida a más de 220 kilómetros por hora en un vehículo de gran cilindrada que había sido robado horas antes.
Uno de los policías logró agarrar a uno de los jóvenes que se subió al vehículo pero éste arrancó y arrastró al agente varios metros hasta que se soltó, momento en el que el conductor dio marcha atrás para intentar atropellarle.
Los detenidos están implicados en otros tres robos cometidos durante el pasado mes con una forma de actuar que, según informa la Policía Nacional, puede acarrear terribles consecuencias por el uso incontrolado de explosivos en sucursales que en la mayoría de los casos comparten estructura con edificios de viviendas.
La investigación se inició cuando los agentes constataron la comisión de tres robos con fuerza en sucursales bancarias mediante el uso de explosivos.
Los policías comprobaron que en todos ellos existía un patrón común ya que coincidían en franjas horarias, forma de ejecución del robo y el uso de vehículos de alta gama sustraídos horas antes de los asaltos.
Los agentes observaron el gran recelo y las medidas preventivas que los arrestados tomaban antes de asaltar algún cajero ya que acudían días antes para obtener información de su objetivo e incluso controlaban la frecuencia de paseo peatonal por las inmediaciones y la vigilancia policial que hubiera.
Los detenidos cambiaban con frecuencia de vehículos, todos ellos de gran cilindrada, para evitar con rapidez el cerco policial en caso de ser sorprendidos y que sustraían horas antes de los asaltos.