La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha comparecido este lunes en La Moncloa después de que el Gobierno recibiera la carta del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en respuesta al requerimiento que el pasado miércoles le envió Mariano Rajoy para que aclarase si había declarado o no la independencia de Cataluña durante su intervención en el Parlament. «No era tan difícil contestar sí o no», ha lamentado la vicepresidenta, quien ha subrayado que «sólo se le pide claridad. Está en su mano evitar que se den los siguientes pasos».
Puigdemont tiene un nuevo plazo hasta el próximo jueves, a las 10.00 horas, para evitar «que se den los siguientes pasos». Sáenz de Santamaría ha explicado que ahora lo que se le exige al president catalán es que «sea claro» y que se deje de «esta incertidumbre y confusión deliberada».
Durante su intervención en La Moncloa, ha asegurado que Puigdemont debe responder a lo que todos los ciudadanos le exigen y ha afirmado que «no se entiende el empeño por la confusión». Santamaría ha valorado que esta estrategia «tensa la situación al limite».
El Gobierno ha respondido al president Puigdemont que «nadie le niega el diálogo, pero dentro de la ley, con la máxima claridad y en el Congreso de los Diputados, donde está representada la ciudadanía». Santamaría ha insistido en que «el diálogo no se exige, se practica» y ha recordado que cumplir la Ley es el «mínimo exigible» para hablar.