Los candidatos catalanes han apurado sus llamamientos al voto útil en sus mítines finales de campaña, en un último esfuerzo por convencer a la bolsa de indecisos que aún siga habiendo a dos días de las elecciones al Parlament más inciertas.
Como ha hecho a lo largo de estas últimas dos semanas, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha irrumpido por videoconferencia desde Bruselas en las pantallas gigantes instaladas en un centenar de puntos de Cataluña -entre ellos la plaza de la Virreina de Barcelona- donde la candidatura que encabeza ha celebrado esta tarde sus mítines finales.
Consciente de que se juega la hegemonía soberanista con ERC, Puigdemont ha pedido un «voto útil de país» para Junts per Catalunya para que regrese el Govern cesado al Palau de la Generalitat y ha advertido de que «cualquier otro plan es la derrota para décadas» y entregar «la soberanía» al Gobierno de Mariano Rajoy.
En una cena-mitin de cierre de campaña en Barcelona junto al candidato del PPC, Xavier García Albiol, Rajoy ha pedido el apoyo para su partido reclamando que el jueves se «llenen las urnas» para «cerrar la herida de la ruptura» que han provocado los independentistas.
García Albiol ha cargado contra Puigdemont y Oriol Junqueras: «Mirad cómo estáis, uno detenido y en la cárcel provisional, y otro a mil kilómetros de distancia».
La número dos de ERC en las elecciones del 21D, Marta Rovira, ha indicado que su partido asume el compromiso de construir una «república en la que no se meta a nadie en la cárcel por sus ideas» y en la que no se intente «uniformizar y perseguir la libertad».
En el acto de cierre de campaña de ERC, celebrado en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), municipio de Oriol Junqueras y del que ha sido alcalde, y ante unas 2.500 personas, Rovira ha transmitido este mensaje del candidato republicano a la presidencia de la Generalitat desde la prisión de Estremera (Madrid).
Justamente esta mañana ERC ha querido celebrar el penúltimo acto de su campaña frente a las puertas de la prisión de Estremera.
En un último llamamiento a quienes desean finiquitar el proceso soberanista, y con una victoria electoral que se disputa con ERC y Junts per Catalunya pero que según los sondeos parece tener a su alcance, la candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, ha llamado a concentrar el voto constitucionalista en la formación naranja.
En su mitin final de campaña en la plaza mayor de Nou Barris de Barcelona, feudo de Ada Colau en las últimas elecciones municipales, Arrimadas ha pedido el voto para que el 21D Cataluña «despierte de la pesadilla» del 'procés' porque, ha dicho, es el voto «ganador, claro y nítido», a diferencia a su juicio del PSC.
El candidato del PSC, Miquel Iceta, ha lanzado un «último grito» para pedir el voto para su partido, que ha presentado como la única papeleta que asegura la «reconciliación» real y que «no se divida al pueblo catalán», en contraste con la «revancha» que propone Ciudadanos.
El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat ha participado en el mitin final de su partido en Cornellà, ante 700 personas, acompañado del expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y el alcalde de la ciudad, Antoni Balmón, entre otros.
Ante más de 600 personas, en el Teatro Josep Maria de Sagarra en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), el candidato de Catalunya en Comú-Podem, Xavier Domènech, se ha presentado como «la alternativa real a las derechas de este país» y ha asegurado que a Arrimadas «le da más miedo» un triunfo de los comunes que una victoria del independentismo.
Domènech se ha visto arropado por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que ha asegurado que «el procesismo está agotado» y ha defendido el voto a los comunes como el que puede hacer posible un «giro» a la izquierda.
Por su parte, el cabeza de lista de la CUP en las elecciones del 21D, Carles Riera, ha advertido de que el 21D «tendrán que arrebatar los lazos y los jerseys amarillos», en solidaridad con los presos soberanistas, a los interventores de la formación anticapitalista, si la Junta Electoral prohíbe lucir símbolos de este color.