El preso de ETA José Antonio Galarraga ha quedado este domingo en libertad tras pasar 19 años en prisión. Galarraga ha abandonado la cárcel de Valladolid, donde ha sido recibido por familiares y amigos, según ha informado la Asociación de Familiares de Presos de ETA, Etxerat.
José Antonio Galarraga fue condenado en el año 2000 por la Audiencia Nacional a 37 años de prisión por participar en 1980 en el asesinato del empresario industrial Ceferino Peña, crimen que ETA señaló posteriormente haber cometido «por error». Tras ello huyó a México para eludir la acción policial donde fue detenido en 1999 y extraditado a España.
En su declaración, Galarraga confesó que había asesinado el 16 de mayo de 1980 al industrial Ceferino Peña, en Zestoa (Gipuzkoa), previo robo de un vehículo a punta de pistola en Zarautz. El miembro de ETA apuntó que confesaba su crimen porque había matado al industrial de un tiro en la cabeza delante de su hijo, de cinco años.