Manuel Marchena no presidirá el Tribunal Supremo ni tampoco el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) según ha informado él mismo este martes por la mañana a través de una carta.
En la misiva el magistrado ha defendido su independencia y afirma que nunca lo han condicionado a la hora de tomar decisiones.
Esta noticia se produce en medio de un gran ruido mediático suscitado tras el acuerdo entre PSOE y PP para la designación de Marchena, y ya hay consecuencias, puesto que los populares han anunciado que suspenden el acuerdo para renovar el Poder Judicial tras conocerse la renuncia de Marchena.
Este lunes las asociaciones de jueces y fiscales alertaron de que la noticia del nombramiento de Marchena, antes de que sean elegidos los vocales que deben nombrarlo, es «un nuevo episodio en el permanente cuestionamiento del Estado de derecho», que se produce además «en el marco de una situación insostenible en la carrera judicial y fiscal», coincidiendo con la segunda jornada de huelga en la carrera en el último año.
Las voces críticas también se escucharon entre los socios de gobierno de los socialistas. Así por ejemplo, la coportavoz de Podemos, Noelia Vera, alertó de que, en caso de confirmarse el nombramiento del juez Marchena se demostraría que PSOE y PP han «comprado» a los nuevos vocales del órgano de gobierno de jueces y magistrados.
En este sentido, Podemos no comparte el método de elección de los miembros del CGPJ. Recalca además que no han llegado a un acuerdo con PP y PSOE para su renovación, aunque hayan mantenido conversaciones con los socialistas, sin hablar de «cuotas» o de «nombres».