Una española de 46 años se encuentra en estado grave tras un accidente de autocar en la provincia cubana de Guantánamo (este), en el que también resultaron heridos su hijo de tres años y su esposo de 50, y en el que fallecieron siete pasajeros.
Los ciudadanos españoles Felicita H. M. y Luis Manuel C. E. viajaban con el menor Flavio Luis C. en el autocar turístico que volcó el jueves, según el listado de muertos y heridos publicado por la emisora local Radio Guantánamo.
En el siniestro murieron dos argentinas de 35 años, un francés de 67, una alemana de 59 y tres cubanos: dos hombres y una mujer.
La lista de lesionados también incluye nueve cubanos, tres argentinos, dos mexicanos y doce ciudadanos del Reino Unido, Canadá, EE.UU., Holanda, Francia y Alemania.
Todos ellos han sido ingresados en el hospital Agostinho Neto de Guantánamo, a unos 1.000 kilómetros de La Habana.
El accidente se produjo cuando el autobús de la compañía estatal Viazul, que usualmente transporta a turistas, volcó hacia el lado izquierdo en el momento en el que el conductor intentaba adelantar a otro vehículo.
La vía estaba «mojada y resbaladiza», según testimonios de pasajeros que viajaban en este autocar hacia La Habana procedente de Baracoa con 40 personas a bordo.
El del jueves fue el segundo accidente masivo reportado en la región oriental de Cuba en lo que va de semana, después de que el día 8 un choque entre un autobús y un tren de pasajeros dejara doce heridos.
Los accidentes de tráfico son la quinta causa de muerte en Cuba, donde el pasado año se registró uno cada 47 minutos, para un promedio de un fallecido cada 12 horas.
En 2018 el número de accidentes masivos se disparó de manera alarmante en el país, que acumula más de 4.400 muertes por esta causa desde 2012, según datos oficiales.
El informe más reciente recoge que entre enero y octubre de 2018 se habían registrado más de 8.000 accidentes de tráfico en la isla.
La mayoría se atribuyen a la falta de atención del conductor, el incumplimiento del derecho de vía o el exceso de velocidad, pero también influyen el mal estado de las carreteras y el envejecido parque automotor del país caribeño, donde transitan autos con más de 50 años de antigüedad.