Jorge Ignacio P.J., el sospechoso de la desaparición de Marta Calvo se ha entregado a la Guardia Civil, según han indicado fuentes próximas a la investigación.
Se trata de un hombre de origen colombiano, de 38 años y con antecedentes delictivos, que estaba en paradero desconocido desde que el pasado 7 de noviembre se perdiera la pista de la joven, de 25 años, que se había citado con él por internet.
Jorge Ignacio P.J. tiene familia muy directa en Mallorca. Por este motivo, la búsqueda del fugitivo se había ampliado a la Isla. Según publica el diario Las Provincias, ha sido su propia familia la que le ha convencido de que se entregase a las autoridades. Ya está siendo interrogado por la Guardia Civil.
La cita entre el exconvicto y la joven en Valencia fue el día 7, y después él dejó de coger el teléfono. Según parece, sus familiares de Mallorca, alarmados, acudieron a Valencia y al no encontrarlo en los dos pisos que frecuentaba interpusieron una denuncia por desaparición ante la policía. La Guardia Civil busca desde entonces a Jorge, que ya fue investigado este mismo año por la muerte de una mujer y tiene antecedentes por tráfico de droga, algo que le llevó a cumplir condena en Italia. En las últimas horas ha trascendido que en una de las viviendas que tenía alquilada en L'Olleria, a 30 kilómetros de Manuel y que fue limpiada a conciencia con lejía después de la desaparición de Marta, los investigadores localizaron prendas de ropa con posibles manchas de sangre. La ropa está siendo analizada para saber si pertenece a la joven. Paralelamente, a la búsqueda de Marta Calvo, la Guardia Civil no ha cesado en la búsqueda del principal sospechoso, incluso fuera de España; tratando de dar con alguna pista que pudiera esclarecer el caso, se ha registrado también uno de sus ordenadores personales.