Un brote de la COVID-19 afecta a la población barcelonesa de L'Hospitalet de Llobregat, en la que los casos confirmados por pruebas han pasado de treinta a más de cien en una semana, algunos de ellos en una residencia de ancianos.
Así lo ha informado este sábado la alcaldesa de la población, Nuria Marín, quien ha dicho estar «preocupada» por el aumento de contagios. Marín ha explicado que en la tarde de este viernes tuvieron conocimiento del brote, que confirmaron tras ponerse en contacto con la Conselleria de Salud.
El brote afecta especialmente a la zona norte de la ciudad, con casos en los barrios de La Torrassa, Collblanc, La Florida y, en menor medida, Pubilla Casas. En La Torrassa, ha precisado, los casos han pasado de 4 a 37 en una semana. «Se ha multiplicado por diez», ha precisado la alcaldesa, quien ha indicado que algunos pacientes se encuentran en una residencia de ancianos de ese barrio, donde permanecen «aislados» y donde se ha activado el protocolo correspondiente.
Los infectados de este barrio, ha explicado, forman parte de núcleos familiares y, «en principio, todos están controlados», ha subrayado. Marín ha dicho que el brote no es «como en la comarca del Segrià», pero «es una mala noticia» que «preocupa», por lo que la ha planteado crear junto con la Conselleria de Salud un comité de seguimiento.
L'Hospitalet es la segunda ciudad de Cataluña, con casi 265.000 habitantes y una densidad de 21.053 personas por kilómetro cuadrado, una de las más altas de España. Limita, además, con Barcelona y otros tres municipios del corazón del área metropolitana.
«Hay que ser proactivos -ha agregado Marín-. Estamos rodeados de municipios. Hay que tomar medidas para frenarlo en L'Hospitalet, pero la realidad es que hay un transporte público, unas relaciones laborales, unas relaciones de ocio...».
Marín ha adelantado que desde esta mañana efectivos de la Policía Local, de Protección Civil, voluntarios y miembros de otras entidades se han desplegado por la ciudad para informar de la situación y, en especial, conocer dónde y cómo viven las personas contagiadas.
La alcaldesa ha precisado que es importante saber sus domicilios y si los mismos reúnen las condiciones para que estén aislados. Si no es así, ha puntualizado, «entre todos» se tendrán que «buscar fórmulas» para conseguir su confinamiento y poder hacer un seguimiento del caso.
Marín ha agregado que los centros de atención primaria de la ciudad están abiertos y que no tiene información de que «estén colapsados». «Iremos tomando las medidas necesarias», ha continuado Marín, quien ha vuelto a apelar a la responsabilidad individual para seguir las normas sanitarias que frenan el virus, la higiene, la distancia entre personas y el uso de la mascarilla.
La alcaldesa ha lamentado que, «tras pasar lo peor, el confinamiento», ahora se corran riesgos como este brote y «se tiren por tierra todos los avances».