El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha pedido este martes al rey Felipe VI que «abdique» y ha solicitado al presidente del Parlament, Roger Torrent, la convocatoria de un pleno extraordinario, esta semana, para fijar una «posición común» en torno a «la crisis abierta de la monarquía».
Tras la reunión semanal del Govern, la última antes del parón veraniego -la próxima está previsto que se celebre el 27 de agosto-, Torra se ha referido al hecho de que el rey emérito anunciara ayer su «meditada decisión» de trasladarse a vivir fuera de España ante la repercusión pública de «ciertos acontecimientos pasados» de su vida privada, según informó un comunicado del Palacio de la Zarzuela.
Torra ha denunciado la «huida tolerada» del rey Juan Carlos, a quien ha calificado de «prófugo de la justicia», y ha urgido al Gobierno de Pedro Sánchez a dar explicaciones sobre si «ha encubierto la salida de un presunto corrupto al exterior», lo que «comprometería muy seriamente a la democracia española».
Según Torra, se trata de «un caso que debería avergonzar a cualquier demócrata» y que «pone en duda el compromiso del Gobierno español, y ya no digamos de Felipe VI, en la lucha contra la corrupción y la rendición de cuentas».
«El régimen borbónico restablecido en 1978 está en quiebra», ha afirmado el president, que ha asegurado que estará «siempre al lado de los republicanos españoles», aunque su proyecto «es el de la república catalana independiente».
Torra ha exigido «responsabilidades al Gobierno español por haber permitido, facilitado y aplaudido la huida de una persona llena de privilegios, cuando está siendo investigado por un caso inmenso de corrupción», y ha advertido de que «el PSOE, Podemos y comunes serán cómplices de esta huida si no han hecho nada por evitarla».
«Pido a Felipe VI que no alargue más la monarquía borbónica y abdique para dar una oportunidad a la ciudadanía española de salir de este pozo», ha afirmado.
Torra ha explicado que ha solicitado a Torrent la convocatoria «urgente» de un pleno extraordinario, a celebrar en 48 horas, «para abordar la crisis abierta por la monarquía española y fijar una posición común desde la sede de la soberanía de Cataluña».
El periodo de sesiones en el Parlament finalizó el pasado viernes y, desde esta semana, puede convocarse la diputación permanente.