Los madrileños afrontan desde este viernes un segundo estado de alarma, y lo hacen sin grandes cambios con respecto este jueves o al viernes pasado. Son pocos los viajeros que se ven en las estaciones de tren o en el aeropuerto, y las terrazas de los bares cuentan con una afluencia parecida, así como el tráfico, bastante similar al de las últimas semanas.
La mayoría de los taxis de la estación de Atocha llevan horas parados, así lo corrobora a Efe Manuel, que lleva esperando bastante tiempo en la parada sin que se haya subido nadie al coche, y asegura que «aunque se ve gente por la calle» en taxi, al menos, «no se mueven».
La estación cuenta con una afluencia similar a la de cada viernes, comentan varios trabajadores de cafeterías y comercios del interior de Atocha, lo que indica que, en general, los madrileños no están aprovechando las primeras horas del estado de alarma para huir de la capital.
En el control de acceso hay agentes de policía informando a los viajeros de la entrada en vigor de la norma. Durante las primeras horas de la tarde simplemente les advertían de que, si pasaban ahora sin un motivo justificado, quizás no podrían regresar.
Anabel, que está en esa cola, decide no pasar el control cuando el policía le advierte de la situación, y se hace a un lado para llamar por teléfono. Cuando cuelga comenta a Efe que va a ver a sus padres a Murcia, porque ella está estudiando aquí, en Madrid.
«Yo creo que iré, y supongo que podré volver porque tendré que ir a la universidad, ¿no?», reflexiona, indecisa.
Esperando para pasar el control está Carmen, que se va a Valencia. Llegó a Madrid ayer, trabajó durante esta mañana y por la tarde ya se va. Del decreto del Estado de Alarma se enteró en medio de una reunión del trabajo, y dice que se va «tranquila» porque vive en Valencia y tiene salvoconducto.
«No creo que me impidan volver a casa, yo me voy tranquila», asegura mientras un policía se acerca a ella para advertirle de la nueva situación.
En una situación similar pero a la inversa está Almudena, que viene de Sevilla pero vive en Madrid, asegura que no se ha encontrado con ningún control a su llegada: «No he visto a nadie, vengo del AVE y no he visto ni policía ni nada».
Las calles madrileñas cuentan este viernes con bastante actividad. La gente ya ha salido del trabajo y está tomando algo en las terrazas, los más de 20 grados de temperatura también ayudan, y hay policía parando a algún que otro coche por las calles del centro, pero aseguran que la cosa está bastante tranquila y controlada.
El aeropuerto contrasta con la actividad de las calles madrileñas. Está desértico. El control para acceder al interior es el mismo que en los últimos días, piden la identificación y el billete ya que no pueden acceder acompañantes. Los vuelos no han sufrido cancelaciones, en el panel todo se ve en orden.
La policía explica a Efe que los controles en los que se pide la justificación para salir de Madrid están en el interior, al pasar el de seguridad.
Pedro ha llegado este viernes a Madrid desde Jamaica y «si dios quiere, esta noche estamos en Granada», comenta el hombre, que asegura que no ha tenido «ningún problema» a su llegada, y destaca que ha visto que el aeropuerto está «muerto».
«Hemos visto que estaba el estado de alarma en Madrid, pero como no tenemos que salir de aquí para nada no nos afecta. De hecho han venido unos familiares a vernos, hemos estado comiendo y ya está», explica.
Teresa viene de Valladolid y se va a Bulgaria por placer. Compró el vuelo en verano y no cree que tenga problema para salir del país ya que no cree que les «de tiempo a hacer muchos cambios, se acaba de decretar ahora el estado de alarma».
«No he preparado nada hasta esta semana, lo he decidido así para ver cómo avanzaba la situación. Ahora vengo de Valladolid y no he encontrado controles al venir», detalla.
Además de a la capital, el estado de alarma afecta a otros 8 municipios de la región, uno de ellos es Móstoles, donde donde algunos vecinos confiaban en que la ciudad quedara excluida de las restricciones confirmadas este viernes, ya que la incidencia ya estaba por debajo de los 500 casos por 100.000 habitantes según los últimos datos.
Sergio, un joven residente en el barrio de El Soto, asegura no entender por qué si la ciudad ya está por debajo de los 500 contagios sigue confinada: «¿Por qué en Alcalá de Henares sí se han levantado las medidas y en Móstoles no? El Gobierno no ha dado ninguna explicación», ha insistido a Efe.
Lucía, otra vecina de la localidad, también cree que, una vez que tomas la decisión de confinar las ciudades de la Comunidad, «debería regir la misma norma para todos los municipios, y si la norma es que, por encima de 500 se cierra, y por debajo de 500 se abre, que se aplique de igual manera a todos los municipios».
«O se abre todo o se cierra todo. Lo que yo no veo bien es que a algunos se les permita abrir y a otros, que con la misma incidencia o incluso con menos incidencia que otros municipios más pequeños, no se le deje», ha reiterado Lucía, quien cree que «no es justo» que se hagan distinciones si existe la misma tasa de contagio.
Sin embargo, otros vecinos como Pedro, también residente en el barrio, consideran que es mejor que la ciudad siga con las mismas restricciones, «al menos hasta que baje un poquito más», recalca, ya que cree que «aunque parece que la tasa está bajando, no hay que bajar la guardia».