El presidente del PP, Pablo Casado, ha condicionado el respaldo de su partido al estado de alarma a que dure un máximo de ocho semanas y la aprobación de un plan B jurídico para restringir la movilidad con una ley orgánica a partir de diciembre.
Casado ha comunicado al Gobierno de Pedro Sánchez estas dos condiciones para que el PP vote a favor de un estado de alarma que considera la «constatación de un fracaso», según ha explicado durante su intervención en la clausura del 23 Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Madrid.
Los gabinetes del Ejecutivo y del PP están en contacto desde este domingo y Casado espera tener la «oportunidad de hablar durante esta semana».
El PP cuestiona el estado de alarma decretado por Pedro Sánchez por considerar a las autonomías como autoridad delegada y por esquivar tanto el control parlamentario como judicial durante un plazo de seis meses.