Los alumnos de ESO y de educación posobligatoria de Cataluña que tengan que someterse a una prueba PCR por la aparición de un contagio de COVID-19 dentro del grupo escolar estable se harán ellos mismos el frotis nasal, guiados por profesores, en lugar de hacerlo el personal sanitario.
Así lo ha anunciado este miércoles la secretaria general de Educación, Núria Cuenca, que ha subrayado que este cambio en la metodología de los cribados tiene como objetivo «liberar» recursos humanos sanitarios para que se puedan dedicar a atender otros ámbitos más afectados por la pandemia, como pueden ser los mismos centros de salud o las residencias de ancianos.
La secretaria general ha explicado que el departamento está elaborando las formaciones que se mandarán a los profesores para que puedan guiar y supervisar la autotoma y ha subrayado que «no hay ningún riesgo biológico» para ellos.
Esta nueva metodología no se pondrá en marcha hasta que las formaciones no estén listas y hayan llegado a los profesores.
«El objetivo que perseguimos es poder seguir manteniendo los cribados tal y como los estamos haciendo, y para poder hacerlo en este momento de mitigación de la pandemia, y a la vez contribuir a liberar recursos humanos que necesariamente tienen que dedicarse a ámbitos donde la incidencia de la pandemia es mucho más grave, tenemos que hacer este paso de responsabilidad», ha destacado Cuenca.
La secretaria general ha considerado que este cambio de metodología no supondrá más estrés o presión para los centros y los docentes, dado que el protocolo y la organización de las pruebas será el mismo: cuando se detecte un contagio en uno de estos cursos se ordenará la cuarentena de todo el grupo, se concertará un día para hacer las pruebas en un espacio habilitado del centro, los alumnos se harán las pruebas con los kits de autotoma entregados por el departamento de Salud y siguiendo las indicaciones de los profesores; y las muestras se custodiarán en el centro hasta que las recojan los responsables sanitarios.