La célula yihadista de Ripoll (Girona) que en agosto de 2017 cometió los atentados de Cataluña tenían como primeros objetivos el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona que iba a atacar el día 20 de ese mes, la Sagrada Familia de la capital catalana y la Torre Eiffel de París.
Así lo ha testificado el mosso d'Esquadra que instruyó las diligencias de la investigación en el juicio de dos presuntos integrantes de la célula terrorista, Mohamed Houli y Driss Oukabir, y un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de preparar los atentados, que ha comenzado este martes en la Audiencia Nacional.
El testigo dirigió la investigación tras los atentados cometidos el 17 de agosto de 2017 en Las Ramblas de Barcelona y en la madrugada del día siguiente en Cambrils (Tarragona), que dejaron 16 muertos y 140 heridos.
Ha manifestado que la explosión del 16 de agosto en la casa de los terroristas en Alcanar (Tarragona) precipitó que llevaran a cabo, al día siguiente, los atentados en Las Ramblas y en el paseo marítimo de Cambrils.
Pero ha añadido que, según se desprende del contenido de ordenadores de los terroristas y de la declaración de uno de ellos, su pretensión era cometer un atentado con furgoneta bomba, con granadas y con cinturones explosivos en el Nou Camp el 20 de agosto de 2017 con ocasión de un partido entre el FC Barcelona y el Betis.
Ha añadido que también tenían como objetivos atentar contra la Sagrada Familia de Barcelona y la Torre Eiffel de París.