Los aeropuertos españoles se preparan para exigir a partir de mañana lunes una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas a la llegada al país a los pasajeros que vengan de países considerados de riesgo, y para realizar test de antígenos a aquellos que no la tengan, quienes se exponen a una sanción.
España pedirá desde este lunes a los viajeros procedentes de países o zonas de riesgo (esta lista se actualiza cada quince días en las webs www.mscbs.gob.es y www.spth.gob.es), independientemente de su nacionalidad o lugar de residencia, una PCR negativa hecha en las 72 horas previas a la llegada a España para poder entrar a nuestro país.
Estas medidas se suman a los controles que para contener la pandemia de coronavirus se llevan a cabo actualmente a todos los pasajeros internacionales en los puntos de entrada, de tal manera que se mantiene el control de temperatura, el control visual y el control documental (el formulario de control sanitario), según la normativa establecida por el Ministerio de Sanidad.
Los aeropuertos, además, seguirán recordando por megafonía y con carteles luminosos la necesidad de llevar mascarilla y de cumplir las medidas higiénicas requeridas por las autoridades sanitarias.
A partir de mañana, los pasajeros que lleguen a los aeropuertos se tienen que dirigir a las ventanillas de control, en las que hay unos carteles con la leyenda «foreing health authority» y donde miembros de Sanidad Exterior se encargarán de recepcionar las PCR que traigan.
En caso de que los viajeros no lleven la PCR consigo, por lo que pueden ser sancionados, tendrán que hacerse el test de antígenos en los propios aeropuertos, donde obtendrán el resultado de la prueba en un plazo de aproximadamente una hora.
Para ello, se han habilitado unas zonas de espera, una para antes de hacerse el test y otra para esperar a conocer el resultado; una serie de salas en las que el personal médico realizará las pruebas y otro espacio de aislamiento para personas que puedan dar un resultado positivo en este test de antígenos.
Además, se ha dispuesto un nuevo punto de control secundario por, si falta algún tipo de documentación que cumplimentar, poderlo hacer allí con la ayuda de personal especializado.
Los aeropuertos ya contaban con un dispositivo implantado para los controles sanitarios, que ahora se verá ampliado para realizar todos estos trámites y los test, en caso de ser necesario.
Si el pasajero da negativo en el test de antígenos podrá continuar su viaje con normalidad, y si da positivo se activarán los protocolos de alerta sanitaria establecidos en coordinación con las comunidades autónomas, con objeto de su derivación a un centro sanitario.
Los controles sanitarios a la llegada a España son de obligado cumplimiento, por lo que negarse a ello conlleva la aplicación de la sanción correspondiente.
Como otra novedad, el formulario de control sanitario, que todo viajero debe cumplimentar antes de su entrada a España, incluirá a partir de ahora una pregunta sobre si dispone de una PCR negativa realizada en las 72 horas previas a la llegada a nuestro país.
El documento tiene que ser original, redactado en español o en inglés y en formato papel o electrónico.
En el caso de que el formulario no se haya podido cumplimentar telemáticamente, a través del código QR generado a través de la web www.spth.gob.es o de la aplicación Spain Travel Health-SpTH, se podrá presentar en formato papel antes del embarque, en cuyo caso tendrá que acompañarse con el documento acreditativo original de la realización de la prueba diagnóstica.
Los pasajeros que muestren su PCR negativa podrán abandonar el aeropuerto a no ser que los controles de temperatura o documentales detecten algún síntoma o sospecha de COVID-19, en cuyo caso tendrán que hacerse un test rápido de antígenos en los mismos aeropuertos.
La importante caída del tráfico en los aeropuertos a causa de la COVID y el hecho de que los pasajeros se suelen informar muy bien de los requisitos que necesitan antes de viajar hace prever que toda la operativa se pueda realizar con bastante normalidad.