Los presos del 1-O que cumplen condena en la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), han salido este viernes de la prisión después de que la Generalitat ha avalado su progresión al tercer grado penitenciario.
El exvicepresidente y líder de ERC Oriol Junqueras, los exconsellers Raül Romeva, Jordi Turull, Quim Forn y Josep Rull, el expresidente de la ANC Jordi Sànchez y el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, ha salido de la prisión sobre las 10.40 horas de la mañana.
Han salido todos a la vez del centro, protegidos con mascarilla, se han abrazado y se han hecho una foto de grupo sosteniendo una bandera de Òmnium Cultural con el texto 'Amnistía. Hagámonos libres'.
Han caminado juntos hasta el parking de la prisión, y desde allí se han marchado cada uno en sus coches, tras hacer algunas declaraciones a los medios.
Antes, la exconsellera Dolors Bassa ha salido sobre las 8.45 horas de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), y ha dicho que no descarta que la Fiscalía recurra su semilibertad, lo que ya hizo cuando los presos del 1-O progresaron a tercer grado por primera vez.
La Conselleria de Justicia avaló el jueves por segunda vez el tercer grado para los presos del 1-O, a excepción de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que todavía está pendiente de si se avala su semilibertad.
Ahora la Fiscalía, a quien el jueves por la tarde todavía no se le había notificado la resolución, deberá estudiar si presenta recurso contra esta nueva clasificación, como ya hizo en julio, lo que en ese caso derivó en su revocación por parte del Tribunal Supremo.
Campaña electoral
La salida de los líderes independentistas coincide con el primer día de la campaña electoral de 14F y se prevé que puedan participar en actos de campaña, como es el caso de Junqueras, que ERC espera que esté en la campaña «tanto como el sistema penitenciario lo permita».
De hecho, la Secretaría de Medidas Penales señaló que las salidas de prisión servirán para retomar sus trabajos y voluntariados, y que los condenados «están sujetos a una pena de privación de libertad, pero conservan el derecho de manifestación y participación política».
El tercer grado implica que podrán dormir en sus casas de viernes a domingo, y entre semana deberán pasar al menos ocho horas al pernoctar en la prisión, y podrán usar las horas libres de trabajo entre semana, o los días libres en fin de semana, para otras actividades, como asistir a actos electorales.