El Consejo de Ministros extraordinario ha aprobado este jueves la eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores, que entrará en vigor el 26 de junio, siempre y cuando se pueda mantener la distancia de seguridad de metro y medio, de forma que se flexibiliza tras más de un año una norma que era de obligado cumplimiento en cualquier circunstancia y espacio.
El propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada que se celebraría un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar el decreto ley que lo posibilite, una cuestión que las comunidades autónomas abordaron con el Ministerio de Sanidad en el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles.
Darias adelantó que las mascarillas ya no serán obligatorias en exteriores «siempre y cuando se respete una distancia de seguridad de metro y medio», pero destacó que habrá que tenerlas a mano por si no se dan esas condiciones y hay que utilizarla al aire libre.
Sin embargo, la ministra no aclaró si no llevarla conllevará alguna sanción o multa.
Explicó que las medidas de flexibilización se regirán por un «criterio homogéneo» en todo el territorio y que se trata de una medida «prudente» y «gradual», al tiempo que recordó que las autonomías se tendrán que amoldar, porque la ciudadanía necesita un «mensaje comprensible».
La mascarilla seguirá siendo obligatoria en espacios cerrados públicos, como por ejemplo una biblioteca, o espacios cerrados de uso público, como una farmacia o un supermercado, y en los transportes públicos tanto en avión, autobús o metro.
En un principio las autonomías, especialmente del PP, habían mostrado su malestar porque las medidas de flexibilización fueran anunciadas sin haberse debatido en el seno del Consejo Interterritorial, pero finalmente, según Darias, las comunidades coincidieron en los criterios planteados, ya que vienen de la ponencia de alertas de salud pública que plantea una retirada progresiva.
Galicia fue una de las primeras en pedir que se eliminara el uso obligatorio; excepto cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
Así, la nueva norma del Gobierno contempla que el cubrebocas será obligatorio en eventos multitudinarios, como un concierto, pero, si ese evento es sentado y se respeta el metro y medio de distancia, no.
Dejará de ser de obligado uso en residencias y espacios institucionalizados donde el 80 por ciento de la población esté vacunada, aunque será obligada para los trabajadores de esos centros y visitantes.
En los servicios esenciales, por ejemplo, los efectivos de un parque de bomberos no tendrán que llevarla en sus guardias si el 80 por ciento está inmunizado.
Tampoco será obligatorio para los pasajeros de barco y buque en su camarote y tampoco cuando estén en cubierta y se pueda mantener la distancia de seguridad.
Tanto Sánchez como Darias han incidido en que esta medida saldría adelante en un contexto en el que la vacunación avanza de forma exponencial con grupos como los mayores de 70 años prácticamente inmunizados, con coberturas ya muy avanzadas entre los de 50 a 70 años y en pleno proceso de vacunación en franjas de edad menores.
La campaña de vacunación contra la covid-19 en España ha alcanzado el miércoles el hito de tener a la mitad de la población vacunada con al menos una dosis, tras una jornada diaria en la que se ha pinchado el récord de 680.540 sueros, y finalmente se han superado los 15 millones de inmunizados.
Según los datos de Sanidad, 23.772.029 ciudadanos están ya protegidos con al menos un suero contra el coronavirus, de forma que la cifra representa el 50,1 % de la población.
El número de inmunizados asciende a 15.138.439 (31,9% población), aunque esta cifra se ha llegado unos días más tarde de lo calculado por el Gobierno, que tenía previsto que se alcanzase la semana pasada.