El socialista José Luis Ábalos ha reivindicado su gestión al frente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) en el traspaso de la cartera a la nueva ministra, Raquel Sánchez, a la que ha advertido de la dureza del cargo: «uno es la cabeza a la que golpear», le ha dicho.
En un discurso de despedida y agradecimiento a su equipo, Ábalos ha subrayado el «impacto de todo lo hecho» durante los tres años que ha estado al frente del ministerio.
Tres años de «ritmo frenético» y de «circunstancias muy especiales», desde la moción de censura, las diversas campañas electorales y la pandemia de covid-19, ha recordado.
Tras apuntar que todo esto ha afectado a su ministerio, ha defendido que, cuando él llegó, se encontró un departamento «infradotado» y con una «cultura antigua», en el que las reivindicaciones «estallaron por todos los lados».
A su juicio, con el contrato programa de Renfe, los planes estratégicos de Renfe y Adif, con «muchas situaciones desbloqueadas» y el plan de los fondos europeos por distribuir, el escenario ahora es «totalmente distinto».
Tras reiterar su «orgullo por haber formado parte del Gobierno de España», ha apuntado que «uno es la cabeza a la que golpear, pero si no hay un equipo detrás no es posible hacer nada de cuanto hemos hecho».
En conversación informal con periodistas, Ábalos ha dicho que hace tiempo que había trasladado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que necesitaba una «vida más tranquila» y ha asegurado que por el momento sus planes se limitan a mantener su escaño como diputado en el Congreso.
Al acto de traspaso de la cartera ministerial han asistido, entre otros, el exministro de Sanidad y diputado del PSC Salvador Illa, el exministro de Fomento y ex vicesecretario general del PSOE José Blanco, el presidente de Aena, Maurici Lucena, el portavoz del PSOE en la Comisión de Transportes del Congreso, César Ramos, y numerosos altos cargos del departamento.