EH Bildu se ha dirigido a las víctimas de ETA para decirles que sienten «enormemente su sufrimiento» y se ha comprometido a «tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades». «Siempre nos encontrarán dispuestos a ello», ha enfatizado el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.
Otegi y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, han comparecido en una rueda de prensa en el Palacio de Aiete de San Sebastián, en la que han leído una declaración solemne en torno al 10º aniversario de la Declaración de Aiete.
Todas las víctimas
En el texto, han expresado que «transitar hacia una paz justa y duradera necesita del reconocimiento y reparación de absolutamente todas las víctimas». «No nos olvidamos de ninguna de ellas», han subrayado, al tiempo que han querido hacer una mención «especial y específica» a las víctimas causadas por la violencia de ETA.
«Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y, desde este sentimiento sincero, afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido y que a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete», han recalcado.
Arnaldo Otegi, encargado de hacer la lectura de la declaración en castellano, ha resaltado que, «desgraciadamente, el pasado no tiene remedio», y ha apuntado que «nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado». No obstante, se han mostrado convencidos de que «es posible, al menos, aliviar desde el respeto la consideración y la memoria».
Fin de ETA
En la declaración, la izquierda independentista destaca que, transcurridos diez años desde que ETA anunciase el fin de sus crímenes, no pueden sino constatar «el cumplimiento íntegro» de dicho compromiso. «El fin de su actividad ha sido total y completo. Además ha procedido de manera satisfactoria, tal y como estipulan los estándares internacionales, a su desarme y posterior desaparición», subraya.
Tras afirmar que estos procesos «son siempre complejos», pone en valor «la unanimidad con que ETA tomó sus decisiones», lo que, en su opinión, «ha evitado a posteriori problemas graves, como los que se han producido en otros procesos de similares características».
«Aquellos que apostaron de manera decidida, valiente y arriesgada por las vías exclusivamente pacíficas han cosechado un éxito rotundo e incontestable. Demostraron un sólido liderazgo. En todo caso, el éxito corresponde, qué duda cabe, al conjunto del pueblo vasco», han aseverado.
En esa línea, han incidido en que «no había trampa, no se trataba de ningún cálculo táctico», y han apuntado que el tiempo transcurrido «pone de manifiesto el inequívoco carácter estratégico de la decisión adoptada».
«El compromiso con vías exclusivamente pacíficas y democráticas por parte del independentismo de izquierdas respondía y responde a profundas convicciones éticas y políticas. Es una decisión inamovible y para siempre», han sostenido Otegi y Rodríguez, al tiempo que han reiterado que la izquierda independentista «ha acreditado la sinceridad de su apuesta y el cumplimiento de la palabra dada».
Asimismo, se han mostrado convencidos, tal y como «lo demuestra la experiencia internacional y la declaración de Aiete así lo recogía», de que es necesario «dar una solución a la cuestión de los presos y las presas políticas». A su juicio, «es un reto ineludible para todos, que pasa necesariamente por poner fin a la política penitenciaria de excepción y por darle una solución integral».
Presos, acuerdo y diálogo
EH Bildu ha reivindicado «el papel activo, decidido y decisivo de los presos en la superación de la estrategia armada» y su «definitivo» compromiso con «las vías pacíficas y democráticas». «Sin ellos no hubiera sido posible», han añadido.
Finalmente, la izquierda soberanista se ha reafirmado en el compromiso con «la defensa del diálogo, la negociación y el acuerdo como método más eficaz y democrático para dirimir y solucionar las diferencias políticas».
En su opinión, se sigue teniendo «una asignatura pendiente con la resolución de las causas del conflicto», por lo que «resulta imperativa la resolución democrática de este problema nacional».
«Somos un pueblo, una nación, que como tal debe de ser respetada y reconocida. El respeto a nuestra identidad nacional es el primer y necesario paso para construir un futuro diferente en el que las decisiones correspondan a la ciudadanía de nuestro pueblo», ha concluido.