El Gobierno de España ha decidido retirar la obligatoriedad de vestir mascarilla en las calles apenas mes y medio después de imponer la decisión como medida de protección para las navidades, a pesar de que ahora hay una incidencia de contagios de Covid-19 que supera en más del doble la tasa de casos que existía cuando el Consejo de Ministros la aprobó el 23 de diciembre.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez impuso el uso generalizado de las mascarillas en espacios libres cuando existía en el país una incidencia media a 14 días de 911,31 casos por cada 100.000 habitantes y de 563,60 a 7 días.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, esgrimió entonces que la obligatoriedad de llevar puesta la mascarilla en espacios abiertos, incluso cuando existiera distancia social, era "una medida temporal hasta que mejore la situación epidemiológica en que nos encontramos" por la aparición de la variante ómicron.
Sin embargo, el Gobierno ha dado marcha atrás pese a que los contagios siguen disparados en el país y la incidencia es más del doble de la que existía cuando se impuso la medida la víspera de Nochebuena.
Darias anunció el cambio de criterio este viernes con una tasa de 2.299,44 casos positivos cada 100.000 personas a 14 días y 824,52 a 7 días. Por lo tanto, la incidencia al anunciar la retirada de las mascarillas en la calle está un 252% por encima de cuando se aprobó su obligatoriedad.
De hecho, en el último informe oficial publicado por el Ministerio de Sanidad el viernes se notificaron 74.937 contagios respecto al día anterior, mientras que el día que el Consejo de Ministros acordó la obligación de usar mascarillas en la calle hubo 41.433 casos más.
Darias se agarró en diciembre al argumento de las «aglomeraciones» navideñas para imponer las mascarillas en espacios abiertos, incluso cuando hubiera una distancia de varios metros de distancia respecto a otras personas o no hubiera nadie alrededor. Las únicas excepciones fueron hacer deporte individual, caminar por el campo o estar en la playa, y en estos dos últimos casos con distancia superior a metro y medio.
"Sabemos que las mascarillas nos protegen y evitan esa propagación por aerosoles« del coronavirus, afirmó la ministra para defender la medida ante las preguntas de la prensa. Adujo que »numerosos estudios acreditan« que las mascarillas sirven en espacios abiertos »para contribuir a la reducción de las transmisión comunitaria del virus por la capacidad para bloquear la emisión y la recepción de los aerosoles".
Sin embargo, en este periodo de tiempo se han registrado en España 4.556.646 de positivos en apenas seis semanas, mientras que en toda la pandemia se habían producido 5.718.007 hasta antes de las navidades. Según los especialistas sanitarios, la mayoría de los contactos se producen en interiores con contactos estrechos y no en exteriores.
Mes y medio después, el Consejo de Ministros del próximo martes retirará la obligatoriedad de vestir las mascarillas en todos los espacios abiertos y mantendrá el límite anterior de llevarla únicamente cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad con otras personas. El cambio se publicará el miércoles en el Boletín Oficial del Estado y previsiblemente entrará en vigor el jueves.