La mitad del campo español ya está en situación de alerta por sequía y en caso de que siga sin llover de manera significativa en las próximas tres o cuatro semanas los cultivos de secano podrían ver afectado su rendimiento entre un 60 y un 80 por ciento, según alerta un informe de COAG que muestra su preocupación por la incertidumbre ante el inicio de la campaña de regadío. El informe de COAG '¡Qué llueva, que llueva. El mapa de la sequía en el campo español' señala que las regiones más afectadas son Andalucía, el sur de Extremadura y Castilla-La Mancha, así como varias comarcas de Murcia, Lérida y Gerona. Por sectores, los más afectados son el cereal, el olivar, el viñedo y los almendros de secano, así como los pastos para la ganadería extensiva y la apicultura.
Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la Península las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta febrero de 2022 se quedaron un 36 por ciento por debajo del valor normal para el periodo de referencia 1981-2010. Los planes especiales de sequía identifican cuatro posibles escenarios --normalidad, prealerta, alerta y emergencia-- para los siguientes meses respecto a la atención de las demandas y para cada escenario hay una serie de medidas para evitar que pase a una fase más severa. La declaración oficial de sequía se emite, de acuerdo con la Ley de Aguas, con la aprobación de un Real Decreto, para lo que las cuencas hidrográficas afectadas deben cumplir una serie de requisitos.
De acuerdo con los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, a final de diciembre la situación de los indicadores de Escasez Coyuntural en las demarcaciones hidrográficas intercomunitarias se identifica que los problemas respecto de la escasez coyuntural siguen centrándose principalmente en las demarcaciones del Guadiana, en su cuenca alta, y del Guadalquivir. En concreto, el informe de COAG afirma que las cuencas más problemáticas son las del Guadalquivir y Guadiana. En escenario de emergencia se encuentran siete zonas de la demarcación del Guadalquivir y 5 en la del Guadiana. En alerta están 10 unidades de la demarcación del Guadalquivir, 4 en las del Guadiana y Ebro y una en las del Miño-Sil, Duero y Júcar. Ante esta situación, las zonas más afectadas según COAG son Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Comunidad de Madrid, Comunidad de Madrid, bajo Aragón, Región de Murcia, sur de Alicante y comarcas de Urgell en Lérida y Alto Ampurdán en Gerona. En cuanto a los efectos, COAG afirma que los cultivos se han desarrollado tarde y de forma insuficiente (problemas en la nascencia), a causa de la falta de lluvias en todo el otoño y el invierno pasados. Esto genera problemas de floración y maduración, incluso de nascencia irregular en cereales. La nascencia y desarrollo de la planta, es bastante peor en aquellas parcelas sembradas tardíamente. De continuar presentando síntomas de estrés hídrico el cereal tiene escaso desarrollo, escaso ahijamiento y pérdida de la superficie foliar.
Así, alerta de que en las principales zonas cerealistas de Castilla León y Aragón, si no llueve en 15 o 20 días también se empezará a hablar de pérdidas y aunque en esas zonas no han tenido problemas de nascencia los sembrados están más secos que otros años. El contraste térmico diario entre las heladas nocturnas y las altas temperaturas a mediodía han deshidratado más la planta. Las siembras de ajos en Castilla La Mancha también se han visto fuertemente afectadas por la falta de agua en el último trimestre. Respecto a los pastos para la ganadería, indica que las zonas más afectadas son Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y la zona occidental de Asturias. Los efectos de esta situación afectan de manera particular, según el sindicato agrario, a la ganadería en régimen extensivo (vacas, ovejas y cabras), ya que la ausencia de lluvia impide el desarrollo de los pastos que constituyen la base de su alimentación. Esta situación va a provocar que los ganaderos tengan que recurrir a la compra de alimentos sustitutivos o suplementar con piensos, paja y forrajes y en determinadas incluso a transportar agua para el ganado.
De cara al futuro, COAG advierte de que una situación de sequía prolongada comprometería el aprovechamiento eficiente de la rastrojera, importante para la alimentación del ganado en época estival y añade que un deficiente desarrollo vegetativo proporcionará un escaso rastrojo para el aprovechamiento del ganado. Otro de los sectores ganaderos más afectados por esta situación de estrés hídrico es la apicultura de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Cataluña, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León. La apicultura está íntimamente ligada a las floraciones, tanto la vegetación natural como la cultivada, por lo que un periodo prolongado de sequía afecta directamente a las abejas, ya que no pueden desarrollar adecuadamente las colmenas y esto les provoca un desequilibrio. Por tanto, prevé un incremento de bajas respecto a un año de lluvias normales; mayor debilidad y sensibilidad a patógenos y enfermedades, un retraso normal en el desarrollo de las colonias y pérdida de enjambrazón, lo que obligará a revisar y sobrealimentar a las colmenas. Finalmente, respecto a la incertidumbre ante el inicio de la campaña de regadío, muestra su preocupación especialmente por el agua en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León.