El Gobierno y las comunidades autónomas han comenzado a coordinar la acogida de los refugiados ucranianos que pueden llegar a España tras la invasión rusa, así como las medidas para agilizar los trámites y la atención de las necesidades de los ciudadanos de esa nacionalidad que ya viven aquí. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se ha reunido este martes con los consejeros autonómicos responsables del ámbito migratorio (en el caso de Castilla y León el consejero en funciones de la Presidencia, Ángel Ibáñez) para analizar la situación de los refugiados ucranianos, una vez que la Unión Europea se ha mostrado a favor de activar la directiva de protección temporal.
Esta directiva es el marco legal diseñado por Bruselas para dar protección inmediata a personas que llegan de forma masiva a territorio comunitario y no pueden volver a sus países, y se aplicaría por primera vez desde su aprobación en 2001. En una declaración institucional, el Gobierno ha ratificado su compromiso «inquebrantable» con el pueblo ucraniano y de velar por su bienestar, tanto de los ciudadanos que ya viven en España como de los que puedan llegar en días venideros huyendo de la guerra. España se alineará con la decisión que se adopte en el Consejo de la Unión Europea sobre la concesión de protección temporal a los ucranianos en caso de una llegada masiva de desplazados, ha explicado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Martínez, tras el Consejo de Ministros. Y apoyará también, ha dicho, las medidas que fomenten «un esfuerzo equitativo» entre los Estados miembros para acoger a esas personas y asumir las consecuencias de su acogida. «Se trata de darles cobertura y que tengan la atención que merecen ante una situación como esta», ha subrayado la portavoz, que ha recalcado que la aplicación de la directiva europea de protección temporal «les va a permitir desde el minuto uno ser ciudadanos de pleno derecho».
La portavoz no ha precisado el número de refugiados ucranianos que España puede acoger, si bien ha insistido en que se ha comprometido con el resto de los países de la UE a «hacerlo de manera solidaria». Fuentes del Ejecutivo han explicado que el sistema de acogida se irá flexibilizando en función de las necesidades que se precisen, ya que la directiva no establece cupos de acogida. Respecto a los ciudadanos ucranianos que están en España, se han comprometido a priorizar y agilizar los tramites de extranjería. Se adoptarán las medidas necesarias para garantizar que puedan permanecer y trabajar en nuestro país y acceder a la atención sanitaria y educativa, así como a las ayudas sociales que correspondan, ha aseverado Rodríguez. Ante la escalada bélica y el éxodo masivo de miles de ucranianos, que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya cifra en más de medio millón de personas, los gobiernos autonómicos y ayuntamientos han dado cuenta en esa primera reunión de este martes de los distintos ofrecimientos para evaluarlos en caso de necesidad. La Comunitat Valenciana ya ha movilizado los primeros fondos para la ayuda humanitaria a Ucrania y espera enviar en los próximos días un «convoy solidario», con conservas alimentarias, material de higiene y ropa que quieran donar ayuntamientos, entidades, empresas y particulares. Además, ofrece 2.094 camas hospitalarias para atender a heridos de la guerra y habilitará una línea específica del 112 para ucranianos.
En Cataluña, la Generalitat ha acogido hasta ahora en sus albergues a 73 ucranianos que se encontraban de paso por Cataluña cuando estalló el conflicto y prevé que la cifra pueda llega hasta los 139 en próximos días; ha expresado su compromiso de «ayudar en todo lo posible en el marco de sus competencias» a la comunidad ucraniana residente en Cataluña y a los desplazados y refugiados que puedan llegar, así como a los catalanes que se encuentren en Ucrania. Las instituciones vascas han anunciado que habilitarán 150 plazas para los refugiados de Ucrania, así como un correo electrónico para coordinar todos los ofrecimientos de ayuda y de solidaridad individual que están llegando a las administraciones públicas.
Para analizar la mejor forma de ayudar, el Ayuntamiento de Madrid ha creado una mesa de trabajo con las embajadas de Polonia, Moldavia, Eslovaquia y Rumanía, países fronterizos con Ucrania, así como con Acnur, Unicef y Cruz Roja y creará listas de bienes necesarios para que la solidaridad de los madrileños sea «útil». El Gobierno de Navarra también tiene previsto habilitar un grupo de trabajo con representantes de Vivienda, Educación, Salud, Servicios Sociales, Políticas Migratorias y Hacienda, para evaluar los recursos para el acogimiento humanitario de los refugiados ucranianos que pudieran llegar a la Comunidad foral. Por su parte, Correos va a enviar un avión con ayuda para los refugiados ucranianos, con más de 40 toneladas de material para que la World Central Kitchen (WCK), la ONG de José Andrés, prepare comidas para las personas que han salido del país por la frontera de Polonia.