El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado este viernes de «perfecta» la cooperación con Marruecos, destacando la colaboración entre la Gendarmería de este país y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para intentar frenar los sucesivos saltos a la valla fronteriza de Melilla, que fue asaltada por 850 migrantes en dos días.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Grande-Marlaska ha denunciado los dos saltos a la valla registrados el miércoles y el jueves -así como un tercer intento este mismo viernes-, asegurando que han sido «ataques violentos» e «inusitados», «algo no visto hasta este momento», aunque matizando que son «excepcionales».
En este sentido, ha destacado la «violencia importante» de los subsaharianos, recordando que iban pertrechados con garfios, tornillería en los zapatos y palos de tamaño mayor que las defensas usadas por la Guardia Civil. Por este motivo, ha mostrado su solidaridad con el medio centenar de agentes heridos, elogiando la labor que realizan en la frontera.
«Hemos tenido en los últimos días dos asaltos con una violencia importante hacia la valla de Melilla. No se había visto nunca unos asaltos tan importantes en el número de personas», ha expuesto el titular del Interior, subrayando que se tratan de «fronteras europeas». El ministro ha recordado el refuerzo de más de un centenar de agentes de 'antidisturbios' tanto de Guardia Civil como de la Policía Nacional y, sobre la actuación de las autoridades marroquíes, ha señalado que este país «soporta flujos migratorios» derivados por la Covid-19.
A pesar de lo cual, ha insistido en que existe «cooperación y coordinación en el control de las fronteras y contra las mafias que trafican con seres humanos», apuntando que es «perfecta y adecuada». «La comunicación es permanente con el Gobierno de Marruecos y el Ministerio del Interior, ambos trabajamos para evitar cualquier hecho parecido y proteger tanto a la Gendarmería -con agentes también lesionados--como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como para garantizar la integridad de nuestras fronteras», ha indicado.
Como prueba de esto ha dicho que este mismo viernes, por tercer día consecutivo, la actuación conjunta de la Gendarmería marroquí y la Guardia Civil -con apoyo de la Policía Nacional y la Policía Local- ha impedido el salto de otros 1.000 migrantes distribuidos en cinco grupos de unas 200 personas. En los dos días anteriores sí hubo grupos que consiguieron acceder a la ciudad española. Grande-Marlaska también ha apuntado que se está trabajando en la «mejora» del perímetro fronterizo, después de que se retiraran las concertinas para ser sustituidas por otros elementos como peines invertidos.
La directora de la Guardia Civil, María Gámez, aseguró en Melilla que estos trabajos de sustitución se completarán en las próximas semanas. «En un Estado democrático no podemos permitir que las fronteras sean atacadas violentamente, sin que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sean atacadas violentamente. Eso no tiene que ver con la solidaridad con los colectivos vulnerables y las personas que quieren una vida nueva pero de forma pacífica», ha enfatizado.