«Me voy a airear un poco». Así de claro ha mostrado Pedro Sánchez su enfado que ha obligado a parar durante unos minutos la reunión del Consejo Europeo ante las evidentes dificultades de llegar a un acuerdo que permita que el precio de la luz baje de forma significativa en España. En un momento de la reunión, según explican varios medios nacionales, Sánchez ha leído un tuit de un periodista de France24, Dave Keating, en el que se señalaba que el presidente español estaba amenazando con vetar las conclusiones. Indignado porque se estuvieran filtrando informaciones ha decidido abandonar la sala.
«Me voy a airear un rato, a ver si encuentran una situación técnica», ha dicho Sánchez, en referencia a las reticencias de sus propuestas por parte de Alemania y Holanda. Minutos más tarde, ha vuelto a sentarse de nuevo con el resto. Los líderes de la Unión Europea (UE) están enrocados en un «intenso» debate sobre los precios de la electricidad en el que los dos países más reacios a adoptar las medidas defendidas por España para intervenir temporalmente el mercado, como Países Bajos o Alemania, siguen convencidos de que no son las adecuadas.
En una primera ronda de intervenciones en la cumbre, prácticamente todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE «han pedido enmendar» el borrador que llegó a su mesa tras un debate en el que han reiterado las posiciones de partida «muy diferentes» que ya eran conocidas antes de la reunión, explicaron fuentes comunitarias. Aunque se están valorando «todas las opciones» que la Comisión Europea introdujo en el menú que presentó el pasado miércoles, las mismas fuentes ven una posible «zona de aterrizaje» en la idea de impulsar compras conjuntas de gas y de mejorar el almacenamiento de este hidrocarburo en territorio europeo para el próximo invierno. Pero preguntadas por si se está valorando una solución específica para la Península Ibérica, como defienden el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su homólogo luso, António Costa, responden que se está buscando una solución que «encaje a todos».
Alemania y, especialmente, Países Bajos, siguen sin dar su brazo a torcer y advierten de que poner un límite al precio del gas en el mercado mayorista y compensar a las eléctricas la diferencia supondría distorsionar el mercado europeo de la electricidad. Además, fuentes neerlandesas explican que crear un fondo que pague esas compensaciones a las eléctricas a nivel europeo podría derivar en que las capitales del bloque acaben financiando al gigante energético Gazprom.
España, por su parte, sigue trabajando «con actitud constructiva», apuntan fuentes de Moncloa, y busca convencer sobre la necesidad de adoptar las medidas que Sánchez ha llevado a la mesa de debate a Berlín, considerado el socio clave para que su aval anime al resto de escépticos. La primera ronda de intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno se prolongó durante casi cinco horas y la reunión se suspendió para proseguir los trabajos a nivel técnico antes de que los líderes volvieran a la mesa poco antes de las 15.00 horas.