La cuarta dosis contra la covid-19, o segundo refuerzo, aún tendrá que esperar algunas semanas antes de que la Comisión de Salud Pública emita una resolución mientras Murcia, Andalucía, Galicia o Asturias apremian a Sanidad a que le dé luz verde ante un escenario de más contagios, que está afectando principalmente a los mayores de 80 años. El pasado jueves se reunió la Comisión de Salud Pública, con la Ponencia de Alertas y la de Vigilancia, para debatir, entre otros asuntos, la situación epidemiológica por la pandemia y el estado de la vacunación en España. Aún no hay una decisión definitiva respecto a la cuarta dosis para los mayores, sobre la que expertos y organismos como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) insisten en que no hay suficiente evidencia científica, aunque países como Francia y Alemania se han adelantado a administrar este segundo refuerzo a mayores de 60 años y a personal sanitario.
Hasta el momento, en España solo se inocula a los inmunodeprimidos. Preocupa el repunte de la incidencia en las últimas semanas, principalmente por el efecto en colectivos considerados como más vulnerables como los mayores de 80 años. Un grupo de edad en el cual el nivel de transmisión, pese a ser uno de los que aún toman más medidas contra el contagio, ha escalado significativamente en las últimas semanas y supera los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, con lo que duplica el nivel de riesgo alto de trasmisión.
Algunos expertos apuestan por esperar a la evolución de la pandemia en las próximas semanas pero con el foco en los ingresos hospitalarios y fallecimientos, que se concentran en gran medida en este grupo etario. También estará en el tablero la vacuna española de HYPRA, que se prevé que salga de los laboratorios, previsiblemente, a partir del verano. Hasta la fecha, casi 25 millones de ciudadanos en España han recibido la tercera vacuna contra la covid-19, la de ARN-mensajero de Pfizer o Moderna.
El 92 % de los ciudadanos de 70 años a más está ya cubiertos con dicho refuerzo, es decir más de 6,3 millones en este rango de edad. Algunos expertos sostienen que tres dosis son suficientes para prevenir una infección grave, hospitalización o muerte por covid-19 y apuntan al alto porcentaje de protección gracias a la vacunación tras seis oleadas de la pandemia, con una última que ha sido masiva por ómicron y que se resiste a desaparecer aún a través de sus distintas variante y linajes. No obstante, se abre el debate entre expertos y autoridades sanitarias sobre la situación de los colectivos de mayor edad, principalmente el de los ciudadanos de más de 80 años, dado que no se conoce a ciencia cierta el grado y duración de la respuesta inmunológica a estas alturas.
En el escenario han entrado en juego nuevas variantes como la XE -fruto de la recombinación de la BA.1 y la BA.2-, la BA.2.12.1 que avanza de momento en Estados Unidos y que se contempla como más contagiosa que el sublinaje BA.2 del que proviene y la BA.4 Y BA.5, que podría estar detrás de una nueva oleada de contagios en Sudáfrica. Allí, el Gobierno ha alertado sobre el inicio de una nueva ola de covid-19, la quinta para este país del hemisferio sur, a la luz del aumento de los casos detectado durante las últimas dos semanas y que se atribuye a la BA.4 y BA.5 tras su hallazgo.
Los casos se han multiplicado en las dos últimas semanas desde los 2.000 diarios hasta superar los 6.300, mientras que la tasa de positividad de los test en el país también ha aumentado significativamente en los últimos días, con una tendencia creciente de las admisiones hospitalarias. En España prevalece la BA.2 de ómicron, con entre un 61 y 100 % de los casos según el territorio y se han identificado al menos 9 casos de la XE (que repunta en Reino Unido), mientras que la sección de Virología del Laboratorio de Microbiología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, ha informado en los últimos días que ha identificado ya doce casos de nuevos BA.4 y BA.5, la que avanza en Sudáfrica. Sobre estos nuevos linajes, el pasado 11 de abril la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que tiene bajo vigilancia la BA.4 y BA.5, cuyas "mutaciones adicionales deben estudiarse más a fondo para comprender su impacto en el potencial de escape inmunológico".