El Sistema Nacional de Salud necesita 10.000 médicos de familia más para garantizar el reemplazo por las jubilaciones y reorganizar la Atención Primaria, así como una inversión de 3.000 millones de euros para contratar y eliminar la precariedad de los actuales contratos. Con motivo este jueves del Día de la Medicina Familiar, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria plantea un escenario de inversión para Atención Primaria con el que afrontar las necesidades sanitarias de la población.
Según esta organización, es necesario contratar más médicos de familia y otros profesionales para este nivel asistencial, dotar tecnológicamente las consultas e invertir en infraestructuras para actualizar los centros de salud. El documento, enviado esta semana al Ministerio de Sanidad, propone contratar 7.000 médicos de familia más para poder alcanzar así las 36.787 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria en consulta de Atención Primaria en los próximos 4 años. «Esta medida -añade- permitiría reducir la ratio de población asignada por médicos de familia hasta los 1.000 pacientes por consulta —que actualmente supera en España los 1.300 pacientes—».
También sugieren una nueva composición de los equipos de Atención Primaria, de modo que por cada plaza de médico de familia haya una de enfermería; una plaza de administrativo sanitario por cada dos equipos de médico y enfermera; y un auxiliar de enfermería por cada cuatro equipos de médico y enfermero. Con la aplicación de este plan entrarían 18.750 profesionales más a Atención Primaria, según los cálculos de esta Sociedad.
El documento presentado al Ministerio cuantifica la inversión a cuatro años en 2.755 millones de euros, de los que 1.456 millones estarían destinados a estas plazas de Medicina Familiar y 245 millones para luchar contra la precariedad contractual. La especialidad afronta además otra realidad: Medicina de Familia y Comunitaria es hoy la segunda especialidad con una pirámide más envejecida, con los mayores porcentajes de profesionales con 60 años o más (33,2%, uno de cada tres) y de 50 años o más (60,2%). En datos absolutos, «la previsión más optimista señala que mediante el mecanismo de renovación de la población de Medicina de Familia por vía natural habrá 8.285 nuevos especialistas, si se incorporan todos los MIR que hoy están en proceso de obtener la especialidad».
Sin embargo, añade, «este dato no es suficiente para cubrir las necesidades reales de reposición, teniendo en cuenta que en los próximos 5 años un 33,20% de los especialistas que hoy están en AP superarán los 65 años». En datos absolutos, esto supone la jubilación de 12.034 médicos. El diferencial de unos respecto a otros pone sobre la mesa que el déficit de la tasa de reposición asciende a 3.749 especialistas en medicina familiar. Si a este déficit se añade la necesidad señalada de crear 7.000 plazas de especialistas en este ámbito, el Sistema Nacional de Salud necesita disponer de una bolsa de 10.749 profesionales de MFyC, «que hoy no tenemos».
Por otro lado, apunta a que las consultas deben dotarse de nuevos recursos tecnológicos y la telemedicina debe ser una realidad, que se ha normalizado como forma de atención tras la pandemia. Teniendo en cuenta la realidad asistencial actual, la estimación obliga a aumentar el presupuesto a 250 millones de euros para los próximos 4 años, lo que supone invertir 8.392 euros por cada médico de familia en ese periodo.