La inflación en España se disparó en el mes de agosto al 10,5 %, una décima más de la tasa que adelantó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 30 de agosto y tres décimas menos que la registrada en el mes de julio. El grupo que más presiona en el descenso es el transporte, con una tasa del 11,5 %, cuatro puntos y medio inferior a la del mes anterior, debido al abaratamiento de los carburantes y lubricantes, frente al aumento registrado en agosto de 2021. El INE mantiene en el 6,4 % la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, tres décimas más que la registrada en julio.
Con la moderación de tres décimas registrada por el IPC interanual en agosto, la inflación acaba con una racha de tres meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual: en mayo escaló hasta el 8,7%; en junio superó los temidos dos dígitos (10,2%) y en julio se disparó hasta el 10,8%. Agosto es, por tanto, el tercer mes consecutivo en el que la inflación supera las dos cifras.
Según el INE, la moderación del IPC interanual hasta el 10,5% se debe, principalmente, a la bajada de los precios de los carburantes. De hecho, el grupo de transporte moderó más de 4,5 puntos su tasa interanual, hasta el 11,5%, debido al abaratamiento de las gasolinas y lubricantes.
Por contra, en agosto subieron los precios de la electricidad y de los alimentos. Estos últimos registraron en agosto una subida interanual del 13,8%, tasa tres décimas superior a la de julio y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca, especialmente, el encarecimiento de la carne, el pan y los cereales y la leche, el queso y los huevos.
En el grupo de vivienda, la tasa interanual aumentó casi dos puntos en agosto respecto al mes anterior, hasta el 24,8%, por la subida de los precios de la electricidad, mayor que la registrada un año antes. Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en agosto el 11,2%, siete décimas por encima de la tasa general del 10,2%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.
En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 47,2%; los aceites y grasas han elevado sus precios un 24%; los huevos son un 22,4% más caros; la leche cuesta un 25,6% más, y los cereales, un 21,7% más.
En términos mensuales (agosto sobre julio), el IPC registró un repunte de tres décimas (dos por encima de lo esperado), frente al retroceso de tres décimas experimentado en julio y el avance del 0,5% de un año antes.
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en agosto tres décimas, hasta el 6,4%, su valor más alto desde enero de 1993. De este modo, la subyacente se sitúa más de 4 puntos por debajo de la tasa del IPC general.
En el octavo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,5%, dos décimas inferior a la registrada en el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA registra un incremento de tres décimas.