La pandemia está en horas bajas, no sólo lo señala la OMS, cuyo director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que el mundo «nunca ha estado tan cerca del fin», sino que también se nota en muchas comunidades autónomas como Balears que, desde el viernes pasado, está en «nivel de alerta, sin alerta». Lo confirma el portavoz autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz (en la imagen circular), quien utiliza el mismo adverbio para señalar que «nunca antes había pasado». El experto recuerda que el Ministerio de Sanidad estableció hasta cuatro niveles que podían variar en función de diferentes indicadores como puede ser la incidencia o la ocupación en plantas hospitalarias o de la UCI.
Y la evolución de la pandemia en las Islas, que «durante mucho tiempo han estado en nivel dos, luego pasó a uno», recientemente se rebajó hasta llegar a cero. Esto no significa que no haya casos, pues la COVID como ya se ha dicho, ha llegado para quedarse, pero sí que la circulación del virus es ahora mismo casi testimonial, además de leve.
En la actualización de cifras que este jueves lanzó el servicio de Epidemiologia de Salut Pública se advierte que todavía hay 85 personas ingresadas en un hospital de Balears con COVID, de éstas nueve están en una UCI. Sin embargo ahora se distingue si el virus es la causa del ingreso o, simplemente, se hospitaliza a alguien por otro motivo y se le detecta un positivo. Haciendo esta partición habría 40 personas que han necesitado hospitalización por COVID. «Puede que haya habido épocas con menos gente pero seguro que estamos en uno de los momentos más bajos», confirmó el doctor Arranz.
«Hay que estar contentos, la situación es buena y la vuelta al cole no debe hacer temer que nada cambie, pero siempre hay que ser cautos», añade. En este sentido recuerda que la principal amenaza es que aparezca una nueva variante más contagiosa y de rápida expansión, como ha ocurrido con anterioridad, sin embargo a día de hoy, no se ha detectado.
En olas anteriores, además, «había una falta de inmunidad pero ahora está mucho más extendida», añade el especialista. Sí se ha dicho que la llegada del frío se puede traducir en un incremento de contagios al volver a espacios cerrados que facilitan la transmisión pero, en cualquier caso, sería raro ver una nueva ola de COVID aunque «depende de lo que entendemos como ola, como las de antes lo encuentro difícil», especifica.
Javier Arranz recuerda que la evolución de las epidemias pasa por ver oleadas de contagio cada ve menos numerosas y más pequeñas, que ahora mismo sería lo previsible. El experto comparte la visión optimista de la OMS, «con la situación actual, en la que no han aparecido más variantes preocupantes en países de África o como la India, donde surgieron las anteriores, y sin que apenas restricciones es normal pensar en una situación tranquilizadora», confirma.
Mortalidad y vacunas
Sin embargo esta enfermedad mata. Este jueves se notificaron otras 29 defunciones, una corresponde a la última semana y el resto son revisiones del registro de mortalidad que se produjeron en los meses de junio y julio. En la actualidad han fallecido 1.558 personas en las Islas a causa de la COVID en dos años y medio de pandemia, una cifra que pese a ser elevada responde a la tasa más baja de todas las comunidades autónomas.
La inmunidad adquirida por la convivencia con el virus, las infecciones y, sobre todo las vacunas, favorece que los casos ahora sean más leves. Sin embargo el Ministerio última la campaña para administrar una cuarta vacuna. En este caso son vacunas actualizadas a las nuevas variantes y se recomiendan, únicamente, a la población vulnerable. Está previsto que el reparto de dosis se realice a partir del 26 de septiembre aunque Balears todavía debe decidir si la suministrará a la vez que la de la gripe.