Galicia deflactará el IRPF con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2022, lo que supondrá un «ahorro» en la próxima declaración de la renta de 46 millones de euros para las rentas medias y bajas, menores de 35.000 euros. Lo ha anunciado este martes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en una intervención en el Parlamento gallego sobre las líneas básicas de los presupuestos para el próximo año en la que también ha defendido la bonificación de hasta el 50 % del impuesto de patrimonio anunciada la pasada semana.
El presidente gallego ha asegurado que esta comunidad cuenta con una senda fiscal «propia, sensata, progresiva y sostenible; sin dogmatismos y sin improvisación» que garantiza la prestación de los servicios públicos. Ha defendido además que la deflactación del IRPF es una medida «justa» y que trata de evitar que el alza de precios tenga un doble impacto en la tributación, por lo que se elevará un 4,1 % el límite para saltar de un tramo a otro Rueda ha indicado que la senda fiscal «propia», independiente de la del Gobierno y también de otras autonomías, consiste en no pedir a las economías domésticas, a los autónomos y a las empresas «más de lo que sea necesario para garantizar el funcionamiento óptimo» de los servicios públicos.
Según el titular de la Xunta, «no es el momento» en Galicia para eliminar al cien por cien el impuesto de patrimonio, como han hecho otras autonomías, y ha garantizado que el techo de gasto «histórico» para el próximo año, de 12.599 millones de euros de gasto no financiero, permitirá la prestación de unos servicios públicos de calidad. De este modo, ha señalado, desde que el PP gobierna en Galicia en 2009 los gallegos han «ahorrado» más de 1.200 millones de euros en impuestos, con tres bajadas del IRPF (2014, 2016 y 2022), la reducción del impuesto de transmisión patrimonial y la eliminación del impuesto de sucesiones para el 99,9 % de los gallegos, entre otras medidas.
El titular de la Xunta se ha detenido en otras dos medidas -ya anunciadas- sobre el IRPF, por las que se equiparará fiscalmente a las familias con dos hijos a las numerosas (a partir del tercero) y a estas otras se les bonificará con 250 euros a partir del tercer hijo, lo que tendrá un impacto de 18 millones de euros. También se reducirá del 9,4 % al 9 % el primer tramo del IRPF, una medida que supondrá un «ahorro» de 16 millones de euros.
El presidente gallego ha afirmado que con estas medidas los gallegos pagarán 450 euros menos en impuestos que en 2009. Según ha dicho, con las reducciones fiscales en la comunidad, un gallego con una renta de 23.500 euros pagará 177 euros menos que un asturiano y 315 menos que un catalán. «Los gallegos no van a estar solos ante este tiempo tan incierto, no se van a quedar a la intemperie», ha concluido Rueda, que ha afirmado que la Xunta «los acompañará vivan donde vivan y trabajen donde trabajen».