El PSOE ha avanzado su rechazo a las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox a la Ley Trans del Ministerio de Igualdad, que se han debatido este jueves en el Congreso, y ha indicado que va a «seguir manteniéndose firme» en sus «principios y valores feministas». Mientras, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llamado a la «mayoría feminista» de la Cámara a «no ceder ni un milímetro» ante los «reaccionarios» en esta materia. Durante la sesión del Pleno del Congreso, la portavoz de los socialistas en este debate, Raquel Pedraja, ha criticado la actitud de PP y Vox que, a su juicio, podrían haber presentado enmiendas al articulado, frente a una enmienda a la totalidad que, tal y como ha indicado, es «un 'no' claro a la ley».
A su juicio, Vox «no está a la altura» de un país «diverso, plural, abierto, tolerante y respetuoso» como España y les ha acusado de «alimentar discursos de odio» frente a quien «no entra en sus parámetros mentales». Mientras, ha acusado al PP de «volver a atacar» los derechos de los ciudadanos. «Nunca apostaron por entender la diversidad», ha lamentado, antes de recordarle que han votado en contra de iniciativas como el matrimonio igualitario, la ley del aborto, el acoso ante las clínicas abortivas o la 'Ley Zerolo'. «Cada vez que hay un avance social han votado 'no' y lo han recurrido a los tribunales», ha denunciado Pedraja, para señalar que, después, los miembros del PP sí «han aprovechado esas leyes».
También la ministra de Igualdad, Irene Montero, responsable de defender el texto en el debate, se ha dirigido al PP para preguntarle por qué en 2019 firmaron y apoyaron un texto que recogía lo que hoy se redacta en la Ley Trans. En 2022 «lo rechazan con todo tipo de bulos» y «alimentando la transfobia», ha explicado. A su juicio, esta actitud es consecuencia de que «están siendo ideológicamente devorados por la extrema derecha». Montero se ha dirigido, además, a la «mayoría feminista» del Congreso para pedir que el debate para la tramitación de esta ley sea «libre de transfobia y de LGTBIfobia».
«Discutamos esta ley de principio a fin, pensemos juntas, expresemos diferencias y posibilidades de mejora, pero no cedamos ni un milímetro a los reaccionarios y a la transfobia, no dejemos una sola puerta abierta a los discursos de odio, a la comparase de los bulos», ha declarado. En su intervención, también ha hecho un repaso de las medidas más destacadas de esta norma, además del reconocimiento del derecho a la libre autodeterminación, como es la prohibición de las terapias de conversión, la garantía de acceso a las técnicas de reproducción asistida al colectivo LGTBI, el acceso de las lesbianas a filiar a sus hijos sin estar casada o la garantía de educación sexual en diversidad de los niños.
Desde el PP ha explicado, a través de la diputada María Jesús Moro, que no han retirado «en ningún momento» su apoyo al colectivo, pero consideran que la ley de Montero no fomenta el principio de Igualdad, es intervencionista e impone un discurso que mucha gente rechaza. Además, los 'populares' se han mostrado contrarios al «borrado de las mujeres» y considera que la norma «envuelve de modernidad actuaciones irresponsables» hacia los menores. Precisamente, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, se ha reunido este mismo jueves con la Alianza contra el Borrado de Mujeres, contrarias a la Ley y que junto con otras organizaciones entregaron el pasado 27 de septiembre en el Congreso un total de 24 enmiendas para modificar terminología en la norma y evitar la autodeterminación de género en el registro.
Moro ha señalado que su partido cree en «combatir sin tibieza» actuaciones de «odio, acoso, violencia o xenofobia», entre otras, pero considera que esta Ley trans «no es el camino ». Y, en este sentido, ha recordado que algunas mujeres socialistas están en su mismo lado y, según ha indicado, están «atónitas» de que el PSOE «no haya conseguido frenar» este texto. La representante del PP ha criticado que se permita a los menores de hasta 12 años cambiar de identidad en el registro civil y ha pedido a Montero que no defienda esta medida amparándose «tras el interés superior del menor» y dejando «al albur de los fantasmas de su lucha interior» a los adolescentes en un «tiempo de presión incontrolada e incontrolable de las redes sociales que altera todo su mundo». En este sentido, la 'popular' ha llamado a la «despatologización» de las personas trans pero «con asesoramiento de especialistas y médicos».
Para Vox, este texto «impone una única visión del mundo» basada en la «ideología de género» y «sin respaldo científico» que determina que «la identidad sexual es una vivencia subjetiva independiente del sexo biológico». «Es una propuesta disparatada», ha declarado la portavoz de la formación en este debate, Carla Toscano, que ha subido a la tribuna con una camiseta con el lema 'Biology is real' (La biología es real). A su juicio, Igualdad está «utilizando la tragedia de personas intersexuales, que no se identifican con su cuerpo y a adolescentes con disforia de género para pasar la apisonadora trans e imponerla a la sociedad», mientras que Vox llama a «acompañar y apoyar» a estas personas desde «la perspectiva médica, científica y verdaderamente humana».
Toscano ha criticado, así, que se esté «legislando en función de los deseos y autopercepciones» de los ciudadanos porque, según ha indicado, lleva a «fraudes de ley» y a «situaciones ridículas, absurdas o peligrosas», como que hombres utilicen los baños o las duchas de las mujeres o salgan «fraudulentamente a competir» en deportes. También se ha preguntado por qué se legisla en autopercepción solo en cuestión de sexo, y no en relación a la «edad nacionalidad, estado civil o situación laboral» y, en este sentido, e ha preguntado si no se estará discriminando a quien se sienta un «ornitorrinco» o «Lady Gaga».
Pero donde más ha incidido Vox es en relación a los menores. La diputada no solo ha rechazado que los menores de hasta 12 años puedan cambiar su identidad en el registro civil, sino que ha mostrado su rechazo a la educación sexual a los niños. En este sentido, Toscano ha señalado el «derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones y defendiendo el papel soberano y heroico de la familia frente al Estado».