Mientras el PSOE y el PP siguen negociando la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el pleno del Senado ha rechazado este miércoles estudiar una iniciativa de Ciudadanos cuya tramitación sí han respaldado los populares para que los vocales de este órgano sean elegidos por los propios jueces. Se trata de una proposición de ley que ha defendido ante el pleno el senador Miguel Sánchez para lograr lo que ha definido como la «despolitización de los órganos constitucionales», ya que no solo planteaba modificar la elección del CGPJ sino también del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo. Hasta cuatro leyes orgánicas proponía modificar su iniciativa, cuya toma en consideración ha sido rechazada con los votos mayoritarios del PSOE, ERC, EH Bildu, PNV, JxCAT y la Izquierda Confederal, pero apoyada por Cs, el grupo popular y Vox.
Entre los principales reproches que ha recibido la propuesta por los grupos que la han desestimado figura la desconfianza hacia las fuerzas políticas que desprende al querer arrebatarles su capacidad de designación cuando además el método de elección de los vocales del CGPJ, modificado en 1985, fue avalado por el Tribunal Constitucional. El PP, aun cuando su senador Fernando de Rosa ha explicado que su grupo está de acuerdo con el «espíritu» de la reforma, también la ha considerado «manifiestamente mejorable» y en todo caso ha apostado por la búsqueda de un gran consenso -para el que se requiere al PSOE- que permita renovar ya el CGPJ y después cambiar el sistema de elección en consonancia con lo que ha pedido la Comisión Europea.
Al defender su iniciativa, el senador Miguel Sánchez ha apostado por que los nombramientos de la cúpula judicial lo sean por «concurso de méritos objetivos y capacidad» y para que «no se nombren a los amigos de los que gobiernan o a los amigos de los amigos de los que gobiernan», garantizando así la separación de poderes. Ha rechazado que con el método actual, que aunque sea legal él ve «injusto e inmoral», se hable de magistrados «conservadores» o «progresistas» y lo ha calificado de «arreglo, componenda, apaño» entre los grandes partidos para preguntarse si «repartirse los jueces es democracia» o «nombrar a los jueces que te van a juzgar es democrático».
En el turno en contra, el senador socialista Santiago Pérez ha puesto énfasis en denunciar el «clima de recelo» hacia los partidos de la propuesta, que además pretende sustituir la elección parlamentaria de vocales del CGPJ por unos «comités evaluadores», algo a su juicio inadecuado y fruto de la «improvisación». Ha remarcado que el sistema actual de elección es plenamente constitucional y ha apuntado que no es cierto que la Constitución obligue a que los jueces elijan a los vocales del CGPJ, pero sí exige «cumplir sus normas y en sus plazos, y aceptar cuando uno está en el Gobierno y cuando se está en la oposición», en referencia al PP. Porque desde esta formación el senador Fernando de Rosa ha apuntado que el sistema actual «ya no tiene consenso político» por lo que debe cambiarse, como han pedido las asociaciones judiciales, y ha aseverado que el PP está de acuerdo con la Comisión Europea para, primero, renovar el CGPJ y después cambiar el método.
Ha emplazado al PSOE a «volver» al «espíritu» del debate constituyente mediante un «gran acuerdo» que dé «mayor participación» a los jueces en la elección del CGPJ y buscando la independencia de la justicia, la separación de poderes y mayor «calidad democrática». Entre quienes también han votado a favor, la senadora de Vox María José Rodríguez de Millán, ha pedido al PP que no sea «partícipe» de la «liquidación del régimen del 78 perpetrada por la izquierda» porque cualquier pacto con el PSOE sobre el CGPJ solo servirá, ha dicho, «para legitimar el golpismo y el asalto a las instituciones». Y entre los que la han rechazado, la portavoz del PNV, Estefanía Beltrán de Heredia, ha señalado que una reforma de este calado requiere de mayor consenso y un debate «sereno y sosegado», en tanto que Josep Maria Reniu, de ERC, ha arremetido contra el «mantra de la despolitización, la neutralidad y la meritocracia» que sujeta toda la iniciativa llevada al pleno por Ciudadanos