La Guardia Civil ha confirmado a los diputados de la Comisión de Interior que se han desplazado este lunes a Melilla la utilización de material antidisturbios desde el lado español de la frontera para tratar de evitar el intento de entrada irregular del 24 de junio, en el que murieron, al menos, 23 inmigrantes, según cifras oficiales de Marruecos. En declaraciones a los periodistas, la diputada de ERC María Carvalho ha informado de que, según los datos que les ha proporcionado el teniente coronel de la Guardia Civil de Melilla, Arturo Ortega, en ese intento de entrada se dispararon 270 salvas y 65 balas de goma.
También fueron empleados 28 botes de humo, 86 botes de gases lacrimógenos y 45 aerosoles «que puede ser un espray pimienta, más o menos», ha especificado Carvalho. La diputada de ERC ha dicho que, tras esta visita y la información recabada tanto en la Comandancia de la Guardia Civil como en el paso fronterizo de Barrio Chino, le ha quedado «muy claro» que «los hechos han ocurrido en territorio español». También ha hecho hincapié en la «cero posibilidad» de solicitar protección internacional, hasta el punto de que, según ha dicho, en la visita a Melilla les han asegurado que «en la valla no se puede pedir asilo porque hay lugares específicos para ello», algo que ha negado. Carvalho ha mostrado también su asombro por las reducidas dimensiones del paso fronterizo de Barrio Chino, «un lugar bastante angosto» donde «había amontonadas quinientas personas» el 24 de junio, de las cuales 470 fueron devueltas a Marruecos, según el informe del Defensor del Pueblo.
Se ha mostrado muy crítica con el hecho de que no se haya abierto una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados pese a que el intento de entrada se saldó con muertos y personas desaparecidas que están siendo buscadas por sus familias, y ha confiado en que pueda prosperar la segunda petición que han presentado.