La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cargado de nuevo contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al que ha calificado de «cabecilla de podemita» y «apoderado de sediciosos», advirtiendo que tiene un «plan» que consiste en «ser el jefe de los jueces, la mano que maneja la empresa estatal y el director y el dueño de los medios de comunicación». «El 'sanchismo' está ocupando todo espacio político, institucional y social de manera totalitaria e ilegítima. Lo hacen con clara intención de cambiar el orden constitucional por la puerta de atrás, generar dependencia de las arcas públicas en el mayor número de españoles posible, y hacer imposible la alternancia en el poder», ha criticado la dirigente madrileña en un encuentro informativo organizado por los diarios 'Expansión' y 'El Mundo'.
A este respecto, Ayuso cree que Sánchez no tiene «más programa que la mentira, ni más política que dejar a la sociedad española indefensa, anestesiada». A su parecer, el presidente del Gobierno «tiene un proyecto que pasa por anular todo lo que defiende a los ciudadanos de los abusos y de la arbitrariedad del poder».
Ha insistido que «su plan» es ser «quien decida lo que los jóvenes estudian y lo que se les oculta, el que mande sobre los consejos de administración de las empresas, quien ponga el pan sobre la mesa de cada familia, quien deje endeudadas a las generaciones futuras que aún ni votan, y quien no acepta la crítica ni el papel de la oposición».
Asimismo, Ayuso ha considerado que España va camino de que «no haya Estado de Derecho» sino de que exista «la arbitrariedad del poder revestida de votos comprados con la libertad y el futuro de todos los españoles, llegados a La Moncloa por una moción de censura basada en acusaciones falsas».
«Cuando se desarma nuestro sistema constitucional y el Código Penal, cuando se permite la sedición, el incumplimiento de las órdenes de la enseñanza en español, y cuando se ponen en la calle a los terroristas de ETA, juzgados y condenados en Democracia, a violadores y a corruptos, las instituciones democráticas quedan destrozadas y no se protege a los ciudadanos. La sociedad queda indefensa», ha alertado. Y es que ha sostenido que «hoy España es un país con unas garantías constitucionales mucho más débiles que hace cuatro años».