Compañeros del PP y representantes de otros partidos, como Ciudadanos y el PSOE, han acudido este viernes a dar su último adiós a Josep Piqué, exministro y exlíder del PP de Cataluña fallecido en Madrid a los 68 años. Además del expresidente del Gobierno y del PP José María Aznar y de varios exministros y dirigentes del partido, a la capilla ardiente ha acudido también Alicia Sánchez-Camacho, quien presidió el PP de Cataluña de 2008 a 2017, después de que Piqué lo hiciera de 2002 a 2007. «Fue mi jefe, mi maestro, un gran hombre de Estado, un estadista, una persona leal a la Constitución, defensor de sus principios y que ha sido un referente para todos en Cataluña», ha dicho Sánchez-Camacho a los periodistas, además de resaltar de Piqué que fue siempre una persona «de diálogo, concordia y entendimiento».
Otro compañero del PP, el exdiputado Gabriel Elorriaga, ha dicho que en su partido despiden «con mucha emoción» a Piqué. Al tanatorio ha asistido también el diputado de Ciudadanos Miguel Gutiérrez, para quien es «un día triste» porque «se va un referente», alguien con «visión a largo plazo» que avisó tiempo antes de a qué llevaba «la deriva del independentismo catalán». La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, también de Ciudadanos, ha acudido asimismo al tanatorio, al igual que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato.
La socialista Trinidad Jiménez, quien fue ministra de Exteriores una década después de serlo Piqué, ha dicho a la prensa que siente «muchísimo» su muerte: «un gran ministro y sobre todo una persona con la que se podía hablar y dialogar». «Si hay algo que puedo destacar de él es el respeto que siempre mantenía por los diferentes, algo que siempre yo aprecié mucho, la verdad es que le tenía mucho cariño personal, a él y a su mujer», la periodista Gloria Lomana, ha señalado Jiménez.