El Ministerio de Sanidad ha sacado este lunes a consulta pública previa hasta el 24 de abril un proyecto de Real Decreto que tiene como objetivo la introducción del empaquetado genérico de las cajetillas de tabaco y mejorar la regulación de productos como los cigarrillos electrónicos. En concreto, el Ministerio quiere modificar el Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados. Sanidad justifica que se necesita una «actualización urgente» del texto para abordar los problemas que se han producido desde 2017, entre ellos las «carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina y de los productos a base de hierbas para fumar» o la «falta de adecuación de la normativa actual a la mayor oferta de nuevos productos relacionados presentes en el mercado».
Así, el Ministerio advierte de que hay mayor exposición de la población general, y «particularmente joven», a «nuevas formas de consumo de nicotina», como puede ser el cigarrillo electrónico. Según la encuesta EDADES 2022, de hecho, se ha duplicado el consumo de cigarrillos electrónicos en España en apenas siete años, pasando del 6,8 por ciento de 2015 al 12,1 por ciento de 2022. Por ello, Sanidad quiere «reducir el riesgo de puerta de entrada en el consumo de nicotina que suponen los productos relacionados, especialmente para el sector de la población joven». Para el Ministerio, por tanto, todo este tipo de productos, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, suponen «un desafío».
«Resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales», asegura Sanidad. Así, la norma pretende ofrecer «mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados, teniendo en cuenta el desarrollo del mismo a nivel nacional y europeo». En la misma línea, también se recoge la prohibición de determinados aditivos y componentes que «pueden resultar más llamativos para los consumidores», particularmente los más jóvenes.
Empaquetado genérico
Todo este fenómeno se une a una «estabilización en la reducción del consumo de productos del tabaco y aumento en el de productos relacionados», así como una «pérdida de la efectividad de las advertencias sanitarias combinadas y mantenimiento del atractivo del envasado de los productos del tabaco». Aunque la prevalencia de fumadores diarios ha continuado descendiendo desde 1993, en los últimos 10 años se ha ralentizado esta bajada. Los últimos datos publicados en EDADES indican que el 33,1 por ciento de la población entre 15 y 64 años manifiesta consumir tabaco de manera diaria, una cifra similar a la de los periodos posteriores a la aprobación de la Ley Antitabaco de 2005.
Por ello, Sanidad quiere impulsar «mejoras en el etiquetado y envasado de los productos del tabaco» mediante la introducción del empaquetado genérico, junto a otras «medidas de trazabilidad y seguridad». Esta es una medida muy demandada por las organizaciones involucradas en la lucha contra el tabaco, que defienden que quitar los colores y mensajes de las cajetillas de tabaco podría hacerlas menos atractivas para los consumidores, por lo que podría disminuir su consumo. España reformó en 2010 la Ley Antitabaco para introducir los espacios libres de humo, como la prohibición de fumar en centros de trabajo y de hostelería.
Sin embargo, 13 años después de esta reforma, muchos colectivos han reclamado seguir ampliando los lugares donde no se puede fumar y avanzar en una regulación más estricta del tabaco y todas sus formas. Mientras tanto, Sanidad no ha avanzado en la aprobación del Plan de Integral de Prevención del Tabaquismo, que está elaborado y consensuado con las sociedades científicas desde diciembre de 2021. Este documento era más ambicioso que la reforma de esta norma sacada a consulta pública, pues apuntaba a ampliar las zonas sin humo a ámbitos privados como los vehículos particulares o subir el precio del tabaco.
En España, al igual que en otros países desarrollados, el tabaquismo es la primera causa aislada de mortalidad y morbilidad evitable. Se estima, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el consumo de tabaco es responsable del 90 por ciento de la mortalidad por cáncer de pulmón, del 95 por ciento de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, del 50 por ciento de la mortalidad cardiovascular y del 30 por ciento de las muertes que se producen por cualquier tipo de cáncer.